¿Por qué nunca hay elecciones en el mundo de Harry Potter? ¿Sabías que Scar pronuncia la frase “golpe de Estado” en su canción “Preparaos”? ¿No se parece mucho el argumento de “Bichos” de Pixar a las ideas de cierto señor alemán con barba?
La primera vez que dijimos que podíamos hablar de política en un lenguaje sencillo, ameno y divertido a través de referentes de la cultura pop nos miraron como a marcianos. En un contexto de sociedad desencantada y de desafección política, ¿cómo íbamos a lograr que la gente consumiera contenido político por gusto? Lo que planteábamos parecía un producto muy de nicho y dirigido a poco más que un puñado de “frikis”.
De aquello han pasado diez años. Comenzamos siendo una modesta página de Facebook en la que compartíamos reflexiones y memes con la mera intención de transmitir lo que un pequeño grupo de estudiantes de Derecho, Ciencias Políticas y Comunicación habíamos aprendido. Como foto de perfil escogimos un diseño que hizo nuestro compañero Pepe Mateo, en el que aparecía el sociólogo Max Weber con gafas de sol. Poco después, estudiando los últimos exámenes de la carrera, abrimos la cuenta de Twitter.
Hoy Cámara Cívica es una comunidad de divulgación política distribuida por varios países de Europa y América Latina, con una web con más de 500 artículos, un podcast, decenas de vídeos en Youtube, docenas de encuentros en bares de varias ciudades, un equipo de analistas que actúa en calidad de expertos y expertas en medios de comunicación y un ecosistema que desarrolla proyectos educativos y de innovación social con varios gobiernos e instituciones sociales de primer nivel.
En este tiempo hemos vivido multitud de acontecimientos políticos y sociales. Hemos presenciado la guerra de Siria, las crisis de refugiados, el nacimiento y muerte de partidos políticos en España, el Brexit, la Era Trump y el asalto al Capitolio de Estados Unidos, la vuelta a las armas en el Sáhara Occidental, la eclosión del activismo climático, el auge y caída del Bitcoin, la potencia del movimiento feminista, la invasión rusa a Ucrania y mucho más.
También hemos asistido a cambios en el modo en que se consume la política. Cuando empezamos no existían los programas de entretenimiento que hablaban de política a todas horas ni tampoco los youtubers que permiten que la gente se forme opinión desde la pantalla de su móvil.
Aunque hemos cambiado y aprendido mucho, en todo este tiempo hemos intentando implicarnos en nuestro tiempo, observando, analizando y traduciendo todo a un lenguaje accesible para la mayoría de la ciudadanía.
A día de hoy nuestro diagnóstico sigue siendo el mismo: todo es política y cuanta más gente sea capaz de participar activamente en su entorno, más fuerte y mejor será nuestra democracia. Para ello debemos facilitar las herramientas para seguir forjando una ciudadanía crítica y comprometida.
Somos militantes de la democracia. Y en tiempos de auge de los extremismos y del resurgir del fascismo, es cuando más debemos trabajar por ella.
Queremos agradeceros a quienes nos habéis acompañado y apoyado estos diez años. Sois la prueba de que nuestra hipótesis tenía sentido.
Cada vez tenemos más claro que quienes trabajamos por la democracia, la paz, la tolerancia y los DDHH luchamos por el bien; y quienes trabajan por el odio, la diferencia y la guerra están luchando por el mal.
A través de la educación, la participación y el humor seguiremos lanzando semillas esperando que agarren en vuestras cabezas para que germinen agentes del bien.
Por otros 10 años. Hazte cívica. Hazte cívico.
Lo necesitamos más que nunca.