A lo largo del día de ayer asistimos a una trepidande jornada en el Congreso de los Diputados. La moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy tenía serias posibilidades de prosperar, y hoy parece que, salvo sorpresa de última hora, asistiremos a la primera moción de censura exitosa de nuestra democracia.
Resumen de la jornada
Al comienzo del jueves todas las posibilidades estaban abiertas. Se barajaban tres escenarios principales:
- La moción no sale adelante: El Gobierno de Rajoy sigue gobernando como hasta ahora
- La moción prospera: Rajoy y su Gobierno abandonan Moncloa y Pedro Sánchez, investido nuevo presidente, sería el encargado de formar Gobierno.
- Mariano Rajoy dimite antes de votar la moción: Se abriría un período de investidura de un nuevo presidente, donde el PP tendría la posibilidad de presentar un nuevo candidato o candidata y buscar nuevamente el apoyo de la cámara para seguir gobernando.
Paralelamente a los tres casos, convocatoria de nuevas elecciones: Tanto a petición de algunos partidos como propuesta alternativa a la formación de un nuevo Gobierno, la posibilidad de nueva convocatoria de elecciones en el corto plazo estaba (y está) en las cabezas de los líderes políticos y sigue siendo un resultado más que plausible para evitar el bloqueo del trabajo del Gobierno, nuevo o del Partido Popular.
Sobre la mesa, otras cuestiones clave: La condena a título lucrativo del Partido Popular, de su tesorero y otros miembros del partido en la sentencia de la trama Gürtel. También la estabilidad de España, la situación en Catalunya y el apoyo a los Presupuestos.
Quién apoya a quién
A lo largo de un debate, que duró más de 10 horas, se fueron desgranando las posiciones de los distintos partidos. Los planteamientos de partida eran los siguientes:
Los partidos nacionalistas (Bildu, ERC, PDeCat) ya habían ofrecido su apoyo “gratuito”, sin más contraprestaciones, a una alternativa presidida por Sánchez. La posibilidad de un interlocutor dispuesto a dialogar en Moncloa para desbloquear la situación en Catalunya es clave para conseguir este apoyo. A su vez, el PNV vinculó inicialmente su apoyo a Sánchez a que el PDeCat y los demás partidos nacionalistas votaran a favor.
Unidos Podemos: La formación liderada por Pablo Iglesias también había mostrado un apoyo total a la candidatura de Sánchez. El objetivo, echar a Rajoy, con el principal argumento de la corrupción de su partido, condenado tras la sentencia del Caso Gürtel como partícipe a título lucrativo de la trama. La necesidad de una renovación democrática y la formación de un nuevo Gobierno progresista movieron a la formación morada a prestar su apoyo al Partido Socialista para gobernar.
No obstante, la opción de convocar nuevas elecciones sigue siendo fundamental en Podemos. En su última intervención, Iglesias dice a Sánchez: “Usted ha dicho que debemos ir a elecciones generales. Yo le digo que debemos ganar juntos las próximas elecciones genrerales”
VÍDEO | Pablo Iglesias ofrece a Pedro Sánchez gobernar en coalición y "ganar juntos las elecciones" #LaPresidenciaARV #MVTMoción https://t.co/J7viiEVN5w
— laSexta Noticias (@sextaNoticias) May 31, 2018
Ciudadanos: Albert Rivera ya había dicho que con la sentencia de la Gürtel su partido daba “por liquidada” la legislatura, y retiraban su apoyo al Partido Popular, clave y fundamental para. La formación naranja ha tenido como objetivo principal la convocatoria de nuevas elecciones. Sin duda, el escenario que más favorece a sus intereses dado al gran apoyo que cosechan en las encuestas de intención de voto. Por eso, inicialmente apoyaron una moción “instrumental”que permitiese dicha convocatoria, para luego retirar ese apoyo a Sánchez por pactar con quienes quieren “romper España”. A lo largo de la jornada de ayer, la propuesta se dirigió a Mariano Rajoy: Dimita y convoque elecciones. El resultado ya lo conocemos, y ahora
Partido Popular: Resistir sin concesiones. En el debate reconocieron sus méritos al frente del Gobierno y jugaron constantemente la carta de la estabilidad y la defensa de los intereses de España para consolidar la “salida” de la crisis. Tanto Rajoy como María Dolores de Cospedal vincularon en su discurso los intereses de España a los del PP, único defensor legítimo de la misma. Defendieron que el partido no fue condenado en la sentencia de la Gürtel (Argumento un tanto endeble puesto que ya sabemos que una persona jurídica no puede ser responsable penal conforme a nuestro Código Penal), y que la mala gestión de unas “manzanas podridas” no es tan importante como dejar el Gobierno en manos de “separatistas y populistas”. En un ataque constante a Pedro Sánchez y los partidos que lo apoyan, amenazaron con el caos institucional y los pasos atrás en la recuperación si la moción saía adelante.
Después del mediodía, con la confirmación de que el PNV apoyaría la moción, Mariano Rajoy se ausentó del hemiciclo, lo cual fue una de las imágenes de la jornada. Un debate con un presidente ausente, que marcó el mensaje de que quizá estábamos ante las últimas horas de Rajoy en la Moncloa.
El escaño de Mariano Rajoy, vacío. Sigue en directo el debate de la moción de censura https://t.co/2STtLKt2bC pic.twitter.com/6uoHwoiIm4
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) May 31, 2018
La moción resulta, por tanto, favorable a la candidatura de Pedro Sánchez con 180 votos a favor, 4 más del mínimo de 176 que marca la mayoría absoluta, y Sánchez sería el nuevo presidente de España.
Gobernar con los Presupuestos del PP, clave para desbloquear la moción
La llave para desbloquear la situacion la tenía el Partido Nacionalista Vasco, por lo que el momento clave del día de ayer era el momento de la intervención de Aitor Esteban, portavoz del partido en el Congreso. Los requisitos planteados por el Alderdi eran dos: Apoyo por parte del resto de formaciones nacionalistas y que el nuevo Gobierno mantuviese los Presupuestos Generales del Estado del PP.
Las negociaciones se seguían sucediendo a lo largo de la mañana, y Aitor Esteban comunicó que el partido había tomado una decisión y que la harían saber en su intervención en el Congreso. Finalmente, las negociaciones dieron luz verde a un Gobierno de Sánchez manteniendo los Presupuestos (que PNV había aprobado con el PP en buenas condiciones para sus intereses) por lo que, sin duda, se confirmó una vez más la relevancia de este partido en el devenir democrático de nuestro país. Además de conseguir un doble objetivo un tanto inverosímil: Echar a Rajoy y al mismo tiempo conseguir unos Presupuestos a medida de sus intereses.
‼️ El PNV ya ha tomado una decisión sobre su voto en la moción contra Rajoy. La anunciará Aitor Esteban en su intervención de la tarde https://t.co/hi9otLBtpK pic.twitter.com/CH6N7epav4
— eldiario.es (@eldiarioes) 31 de mayo de 2018
¿Qué viene ahora?
Tendremos que atender con atención a lo que ocurra en la votación final de hoy, programada para las 11 de la mañana. En caso de que no salga adelante, Mariano Rajoy y su gobierno continuarían en el cargo y los Diputados y Diputadas que presentaron la moción no podrían volver a presentarla durante esta legislatura.
En cambio, si la moción se aprueba, Rajoy pierde la confianza de la cámara y el candidato, Pedro Sánchez, sería investido automáticamente como nuevo Presidente del Gobierno. El hecho de que no requiera pasar por una nueva investidura es debido al carácter “constructivo” de la moción de censura, tal y como lo plantea la Constitución: La moción de censura requiere la proposición de un candidato alternativo y un plan de Gobierno que consiga el apoyo mayoritario de la cámara. Por tanto, apoyando la moción se considera apoyado al candidato a presidente propuesto.
El nuevo panorama se antoja desde luego plagado de incertidumbres. Muchos de los que apoyan (y de los que no apoyan) la moción de Sánchez le están pidiendo nuevas elecciones en el medio plazo. Sin embargo esta opción no es nada ventajosa para el Partido Socialista, que necesita demostrar que es capaz de revertir las políticas más duras del PP en esta legislatura (Ley mordaza, LOMCE, Sanidad universal, cambio climático) y mostrarse efectivo en la lucha contra la desigualdad para recuperar votos de cara a unas futuras elecciones.
Por otra parte, la negociación con los partidos nacionalistas catalanes y la salida negociada al conflicto territorial está plagado de riesgos, en un contexto en el que muchos sectores de la sociedad están apelando a un nacionalismo excluyente (centralista y soberanista) que hace peligrar la convivencia democrática en nuestro país.
Sin duda estamos viviendo un proceso de cambio nunca antes visto en nuestro país. Y en el día de hoy sabremos quiénes marcarán su hoja de ruta.