“Haz presave del tema más importante de mi carrera”. Así anunciaba C. Tangana su nuevo single, una colaboración con La Húngara y El Niño de Elche producida, una vez más, por Alizzz. Cinco días después, salió el tema que tanto ha dado de qué hablar porque forma parte del desfile de guiños a su ex, Rosalía. Pero de la creación cultural nacida de no poder superar a una ex quizás hablemos en otro artículo.
Escrito por Carmen Carbón
El recorrido de C. Tangana, Antón, Pucho, Puchito o El Madrileño por el 2020 no ha sido tan desaborido como el de la mayoría de nosotros. Acaba de hacer triplete de números 1 en reproducciones en España. El primero fue en abril de este año con “Nunca estoy”. El segundo, “Demasiadas mujeres”, a principios de octubre. Y el último, cómo no, “Tú me dejaste de querer”.
Creo que el 2020 de C. Tangana ha sido una búsqueda del enaltecimiento del españolismo musical desde la postura de un millennial. En un momento en el que los artistas urbanos rescatan en sus samples canciones de reggaetón, hip hop y trap de la primera década de los 2000, C. Tangana samplea un estribillo de Rosario Flores y utiliza frases de Alejandro Sanz tatuadas permanentemente en la memoria colectiva de este país en “Nunca estoy”.
Buscó la originalidad en referencias de canciones patrias, unificando la perspectiva particular de todos los jóvenes a los que nuestras madres nos ponían canciones del disco “Muchas flores” o nos cantaban “Corazón partío”. La canción nos habla desde la perspectiva de una chica, con señales y frases que nos llevan a pensar que es la chica de C. Tangana la que habla, una Penélope que espera recibir un whatsapp de madrugada de un Ulises que se entretiene con fiestas y mujeres.
“Creo que el 2020 de C. Tangana ha sido una búsqueda del enaltecimiento del españolismo musical desde la postura de un millennial”
Más tarde, abre “Demasiadas mujeres” con cornetas y tambores de la Banda de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz mezcladas con techno, al puro estilo de Califato 3/4. En el videoclip nos muestra una fantasía propia del macho ibérico que ha adoptado en la actitud performática de su nuevo alter ego “El madrileño”; se adentra en un funeral propio de una España profunda y nacionalcatolicista, donde él es el muerto y todas las plañideras que acuden a llorar su muerte son las chicas con las que se ha acostado. Mete “Campanera” de Joselito, banda sonora de “El pequeño ruiseñor” (1957), sin dejar atrás el filtro electrónico ravero que mantiene el hilo de sus últimos trabajos.
Y, por último, “Tú me dejaste de querer”, el tema que nos ha dejado a todos con la cara partida. Desde entonces me levanto y me acuesto con el estribillo requinto centrista en la cabeza. Pero hay algo que me chirría.
“Nos muestra una fantasía propia del macho ibérico que ha adoptado en la actitud performática de su nuevo alter ego “El madrileño”; se adentra en un funeral propio de una España profunda y nacionalcatolicista, donde él es el muerto y todas las plañideras que acuden a llorar su muerte son las chicas con las que se ha acostado”
No es la primera vez que C. Tangana mezcla flamenco y música urbana. Recordemos que es coautor de 8 de las 12 canciones que componen “El mal querer”, el disco de Rosalía que tantas vestiduras ha rasgado. Y no es que yo piense que alguien que no sea gitano no pueda hacer flamenco. Libradme de hacer algo por lo que el maestro Manuel Molina regañó al Potito. Lo que me huele a la ranciedad de siempre es que en el norte (y en parte del sur, por desgracia) nadie se haya enterado de que lo que canta en “Di mi nombre” son unos tangos de la Repompa de Málaga que proceden del “yeli”, canción que no se canta fuera de una boda. O que el rasgueo de la guitarra y ese “ai-li-li-li-li-anda” de “Que no salga la luna” llevan la firma de la Paquera de Jerez y de Moraíto Chico. Y de que antes de ese disco, empezó su arrollador alcance con “Catalina”, canción que en 1926 fue la primera muestra de los tangos arrumbados, cantada por Manuel Vallejo. O que “Los Ángeles”, su primer disco, no está libre de ni un verso que no haya cantado un flamenco antes.
Voy a robarle la reflexión del iceberg al cantaor (o, como a mí me gusta llamarlo, el arqueólogo del flamenco) David Lagos; Lo que se está viendo con Rosalía, C. Tangana o El Niño de Elche es la punta de un iceberg. Lo que está bajo el agua son siglos de cantaores, cantaoras, músicos y compositores que han construido una idiosincrasia oprimida, ridiculizada, marginada y tildada de cateta por una obvia cuestión racial y de clase.
No me molesta que se recupere lo jondo. Me molesta que no se le dé crédito a la parte del iceberg que está bajo el agua de la que están extrayendo tantísimo material valioso. Si lo hiciesen, quizás podríamos hablar de apreciación cultural. Pero, por el contrario, sentencio, a riesgo de que me apedreen, que estamos ante casos de apropiación cultural. Según la escritora, comunicadora y activista Desirée Bela-lobe, la apropiación cultural se da “cuando una cultura mayoritaria toma elementos o prácticas de una cultura minoritaria por las cuales una cultura ha sido oprimida o perseguida a lo largo de la historia. […] En ese momento de tomar esas prácticas de otras culturas, se suelen descontextualizar, se desproveen de todo significado y además se utilizan con fines lucrativos”.
“No me molesta que se recupere lo jondo. Me molesta que no se le dé crédito a la parte del iceberg que está bajo el agua de la que están extrayendo tantísimo material valioso. Si lo hiciesen, quizás podríamos hablar de apreciación cultural.”
C. Tangana lo ha vuelto a hacer, esta vez con la Húngara. Aquella Húngara que escuchábamos las niñas de barrio allá por el 2005, cuando se estrenaba 7 Vírgenes, película en la que el Haze ya mezclaba hip hop con flamenco. Aquel cuadro del cual todo el que fuese ajeno se encargaba de ridiculizar, pero que ahora estos artistas pretenden volverlo cool y mainstream, siendo reapropiado hasta por aquellos mismos oyentes que lo rechazaban y marginaban.
Tampoco se ha dejado atrás su afán por samplear canciones propias de la banda sonora de una España kinki, atinando esta vez con “Son ilusiones” de los Chichos. Por no hablar del otro colaborador, El Niño de Elche, quien ha sido blanco de polémica en más de una ocasión. Lejos de revisarse ante las críticas de colectivos andaluces por su modo de enfocar su trabajo, “jugando con la ambigüedad de simbología política extrema, riéndose de las luchas y despreciando al underground”, en palabras de un implicado, los acabó llamando “indios del sur”. Lo hizo a través de un post de Facebook, desde la superioridad de un matón de instituto, advirtiéndoles de que se estaban equivocando de blanco al que apuntar con sus flechas.
Otro de sus hitos fue cuando Noelia Cortés, activista gitana, publicó un artículo en El País reivindicando figuras femeninas innovadoras en el flamenco. Su respuesta fue pedir públicamente su silenciamiento, llamándola ignorante intelectual y tildando de vomitivo su trabajo. Una muestra más de su violento antigitanismo.
“Aquel cuadro del cual todo el que fuese ajeno se encargaba de ridiculizar, pero que ahora estos artistas pretenden volverlo cool y mainstream, siendo reapropiado hasta por aquellos mismos oyentes que lo rechazaban y marginaban.”
Ante toda esta escena, sólo puedo concluir recordando a CLR James (marxista, negro, autor de “Los jacobinos negros”): “Ellos son mis ancestros, mi pueblo. Ellos pueden ser vuestros ancestros, si es que los quieren como tales”.
Recopilación de referencias:
C. Tangana, La Húngara, El Niño de Elche. (5 de noviembre de 2020) “Tú me dejaste de querer”. Single
C. Tangana. (23 de abril de 2020) “Nunca estoy”. Single
Rosario Flores. (2002) “Cómo quieres que te quiera”. Muchas flores.
Alejandro Sanz. (1997) “Corazón partío”. Más.
C. Tangana. (8 de octubre de 2020). “Demasiadas mujeres”. Single.
Joselito. (1956). “Campanera”. El pequeño ruiseñor.
Banda De Cornetas Y Tambores Ntra. Sra. Del Rosario De Cádiz. (2018) “El Amor”.
Califato ¾. (2019). “Crîtto de la Nabahâ”. Puerta de la Cânne
Rosalía. (2018). El mal querer. https://www.youtube.com/watch?v=Rht7rBHuXW8&list=PLkqz3S84Tw-Sm_o0JwLTNxa5XvLQ3YiVt
La Repompa de Málaga, Paco Aguilera. (1958). “Tangos de Málaga”.
Rosalía. (2018). “Que no salga la luna”. El mal querer.
La Paquera de Jerez, Moraíto Chico. (1953). “Mi canto por bulerías”.
La Paquera de Jerez. “Malvaloca”.
Rosalía. (2017). “Catalina”. Los Ángeles.
Manuel Vallejo. (1926). “Catalina”.
David Lagos. (2014). “Del flamenco se conoce sólo la punta del iceberg”. Diario de Sevilla
Desirée Bela-lobe. (2018). “¿Qué es la apropiación cultural?”. Playground.
Haze. (2005). “7 vírgenes”. BSO de 7 Vírgenes (Vigas Lunas).
Los Chichos. (1977). “Son ilusiones”. Son ilusiones.
Noelia Cortés. (2018). “Mujeres que han innovado en el flamenco”. El País.
C. L. R. James. (1938). “Los Jacobinos negros”.