La China actual
Nadie hoy día podría denominar sinceramente a China de régimen comunista. China, con las reformas de Den Xiaoping tras la muerte de Mao Zedong, ha ido abandonando, al menos económicamente, los esquemas marxistas clásicos, y ya nadie habla en China de colectivización de la propiedad, Revolución Cultural o comunismo de dos líneas. En China ha florecido una clase media pujante deseosa de productos de consumo y el Partido Comunista Chino ya no es la vanguardia revolucionaria sino una cantera de burócratas que mantienen una férrea dictadura y un enorme aparato económico.
A pesar de esta apertura, ser una potencia emergente y que nadie considere China ya como un estado comunista, en China siguen manteniendo una verdadera reliquia de los tiempos socialistas: la realización del plan quinquenal. En este original vídeo, en inglés y colgado en Twitter (por tanto dirigido a un público occidental) se intenta explicar a los habitantes del mundo capitalista qué es y cómo se hace un plan quinquenal.
https://www.youtube.com/watch?v=2yQjGZ482l8&feature=youtu.be
Planes quinquenales: China y la URSS
Sin embargo, ¿qué es un plan quinquenal? Un plan quinquenal es, básicamente, organizar la economía de un país cada cinco años de forma centralizada y autoritaria. Sin embargo podríamos detenernos un poco más en esta idea económica y estudiar sus fundamentos filosóficos.
En el marxismo subyace una idea muy clara: al trabajador se le roba su plusvalía. El valor de los productos depende del factor trabajo, y por tanto, el empresario es un parásito. Grosso modo, si el trabajador produce unos zapatos que valen 20 euros, pero a él se le pagan cinco, el empresario “roba” 15 euros al trabajador. La solución lógica es, por tanto, abolir la propiedad privada de los medios de producción para que dicho robo no se produzca. Después, hay que armonizar todas aquellas empresas ya en manos de los trabajadores, y para ello se establece un modelo centralizado organizado por los burócratas del Partido Comunista.
En la URSS,el modelo era el siguiente: el Gosplan de la URSS máximo órgano planificador, en connivencia con los Gosplan de las repúblicas federadas (recordemos que la URSS era una república federal) recoge los datos preliminares y recibe del Congreso de Ministros las directrices generales antes de establecer el esquema del Plan. Este esquema se transmite a los Gosplan de las repúblicas federadas y se le es devuelto para que el Gosplan soviético lo modifique. Es un proceso complejo y armonioso que no difiere mucho del explicado en el vídeo propagandístico enlazado arriba. Dicho modelo debe al estalinismo la idea de que el centralismo democrático y el centralismo planificador deben ir de la mano, al querer buscar una amplia implicación de las masas populares en el desarrollo económico.
Las planificaciones son totales, es decir, afectan a toda la economía, es centralizada y tecnocrática, puesto que se decide en el Gosplan soviético por burócratas del Partido Comunista e imperativas, al fijar precios que deben cumplirse y tener el Consejo de Ministros amplias facultades sancionadoras para quien incumpla el plan quinquenal.
Respecto al modelo chino, hay que decir que, si bien al principio Mao quiso copiar a la Unión Soviética, con un amplio desarrollo de la industria pesada, a partir del Segundo Plan Quinquenal (que coincide con el Gran Salto Adelante) comienza a desarrollarse en paralelo a la industria pesada la agricultura, y con el Tercer Plan Quinquenal se comienza a avanzar hacia la descentralización y el abandono que el modelo soviético, con un peculiar sistema de comunas agrícolas.
En 1978, Den Xiaoping alcanza del poder en China después de un turbulento periodo político dentro del propio Partido Comunista chino, y comienza la labor de liberalización de la economía China. No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato. Es célebre cita del mandatario parece dejar clara su postura sobre la ortodoxia de los sistemas económicos.
¿Es la planificación inherente al socialismo?
La pregunta es amplísima, pero claramente no. Partiendo de la gran cantidad de sistemas socialistas existentes, teorizados o llevados a la práctica, habría que decir que no toda planificación económica es marxista ni todos los regímenes inspirados en el marxismo desembocan en la planificación de la economía.
Sobre el primer caso, hay casos históricos concretos donde regímenes no marxistas han planificado la economía. Tal es el caso de la Alemania nacionasocialista a partir de 1936, mediante planes cuatrienales, bajo la batuta de Goering. Asimismo, en la antigua Yugoslavia se desarrolló un sistema autogestionario, donde la propiedad es de la colectividad, cada empresa fijaba libremente su propia producción y se permitía la inversión extranjera siempre y cuando se cumpliesen los principios de socialismo autogestionario. Esto generaba una planificación indicativa y fenómenos propios de una economía de mercado como la inflación, la quiebra o la convertibilidad de divisas. Un sistema económico que, sin duda alguna, permitió a la Yugoslavia de Tito mantener cierta autonomía de los estados de la órbita soviética.
Quiero planificar España
¿Es posible la planificación económica en España? España nunca ha tenido un sistema socialista y siempre hemos pertenecido a lo que se podría denominar “países del Primer Mundo”, al estar en la Guerra Fría bajo la órbita de EEUU.
Pues, curiosamente, la Constitución de 1978 permite dicha planificación; para que sea posible es necesario solamente el impulso político necesario para ello. El artículo 38 reza así:
Artículo 38
Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.
Y el artículo 128 de esta forma:
Artículo 128
- Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
- Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general.
De esta forma, de manera legal, un eventual partido podría planificar la economía española. Sin embargo existe una contradicción en el seno del propio artículo 38, y es reconocer, en el apartado de los derechos fundamentales, la libertad de empresa como derecho fundamental a la vez que permite una planificación económica.
Esta contradicción, a falta de jurisprudencia al respecto, se solventaría permitiendo una planificación dispositiva, es decir, incentivar unas actividades y penalizar otras, así como con la creación de abundante tejido empresarial público. De esa forma podría planificarse la economía respetando el núcleo irreductible del derecho a la libertad de empresa, aunque quedase tremendamente mermado.
Problemas de la planificación
La planificación económica ha sido un modelo vigente en numerosos países hasta la caída del Telón de Acero en 1989; quedando vigente en países como Cuba o Corea del Norte y nominalmente en China. Sin embargo, su eficacia y utilidad han sido generalmente puestas en duda. Aquí van unas síntesis de las críticas vertidas sobre la planificación:
- La planificación económica es incapaz de predecir los gustos y necesidades sociales, a lo que se le suma la dificultad de planificarlas para un período de cinco años. La planificación soviética y de los países del Este generó una magnífica industria pesada y militar, pero no era precisamente puntera en industria ligera y de consumo. Quizás por eso prefiramos un Volkswagen o un Renault a un Trabant o Labda. Siempre nos quedará esa escena de Good bye Lenin
- La planificación, además, provoca colisiones con otros derechos fundamentales como es el derecho a la libre configuración de la personalidad o la libertad de prensa. ¿Qué sucede si soy punky pero el Estado no fabrica cazadoras de cuero? ¿Está garantizada la libertad de prensa si todos los medios de comunicación están en manos del Estado?
- Una economía planificada es incapaz de generar precios por sí misma. Esto se debe a que, al no existir oferta ni demanda, ni sensación de escasez, y por tanto, ser incapaces de fijar los precios, al no existir ese valor que se obtiene mediante oferentes y demandantes. De hecho, los economistas soviéticos obtenían la noción de los precios de las economías capitalistas y los plasmaban a la hora.
- La economía planificada tiende a un rendimiento menor y a que el trabajador pierda interés en el desarrollo de su actividad. Tal es así que la economía soviética creó el término “estajanovismo”[1], aquel obrero que trabaja no por motivaciones individuales sino por el triunfo del socialismo. Respecto al rendimiento económico, el producto nacional bruto de la URSS era la mitad que el de los EEUU.
La economía de la Unión Soviética, ya con Breznev, comenzó a dar síntomas de agotamiento y nunca se recuperó. En los setenta, los teóricos trataban de dar soluciones imaginativas a los planes quinquenales, tales como el desarrollo de algoritmos o el cálculo electrónico para ser capaces de predecir los comportamientos económicos e intentar de insertar conceptos como el beneficio o la productividad de forma que se respetasen las ideas marxistas. Sabemos cómo terminaron la Unión Soviética y todos los países socialistas, y aprendimos de ellos una paradoja: mientras que para Marx la superestructura tiene una base económica, en la URSS fue precisamente al contrario.
Bibliografía
HAURIOU, ANDRÉ, Derecho constitucional e instituciones políticas. Editorial Ariel, Espluges de Llobregat, 1980.
KASER, MICHAEL, La economía soviética. Ediciones Guadarrama S.A, Madrid, 1970.
[1] Stajanóvich fue un minero ucraniano de Irmo que, según la propaganda soviética, logró extraer él solo cantidades ingentes de carbón.