El IV Congreso Internacional Romani y la celebración del día internacional del Pueblo Gitano

Hace más de tres décadas, durante el IV Congreso Internacional Romani celebrado en la ciudad polaca de Serok, se estableció el Día Internacional del Pueblo Gitano. Este evento histórico, que tuvo lugar en un contexto de creciente conciencia y activismo romani, marcó un hito fundamental en la búsqueda de reconocimiento y justicia para nuestro pueblo Rromá.

El IV Congreso Romani no solo fue una plataforma para discutir los desafíos y las aspiraciones de los gitanos en todo el mundo, sino que también fue un momento de unidad y solidaridad entre diversos grupos y líderes gitanos.

Fue en este congreso donde se gestó la idea de asignar un día especial para conmemorar la identidad y el legado del pueblo gitano, un día que ahora conocemos como el 8 de abril. También en esta fecha, en la que recordamos la celebración del I Congreso de Londres, el motor de nuestra lucha por la igualdad y el reconocimiento, sino que también simboliza nuestra Rromanipen, nuestra identidad gitana, aquella que no se amilana.

Como resultado de este Congreso, la bandera romani fue oficialmente adoptada.

Este emblema nos representa como Pueblo, como herederos y herederas de una lucha por la conciencia identitaria y colectiva, y busca que las autoridades protejan y promuevan los valores de una minoría transnacional, sin límites geográficos pero unida por un sentimiento de familia que nos distingue ante el mundo.

Además, nuestro himno, «Gelem, Gelem», fue reconocido como la melodía que nos une y recuerda episodios marcados a fuego en la memoria rmomaní. Žarko Jovanović y Jan Cibula escribieron la letra, que conmemora el Samudaripen/Porrajmos.

El IV Congreso Internacional Romani no solo fue un evento fundacional para el Día Internacional del Pueblo Gitano, sino que también fue un catalizador para movimientos más amplios de activismo y concienciación sobre los derechos y la dignidad de los gitanos en todo el mundo. Durante este congreso histórico, se discutieron temas cruciales como la discriminación, la exclusión social y las políticas públicas que afectan a las personas gitanas en diferentes países.

Desde entonces, el 8 de abril se ha convertido en un día para recordar a las autoridades públicas y a la sociedad en su conjunto que la lucha contra el racismo y la discriminación antigitana está lejos de terminar. En un momento en que el negacionismo racial y los estereotipos persisten, es crucial defender el Estado de derecho y la justicia social como pilares fundamentales de una sociedad democrática e inclusiva.

El Eurobarómetro destaca las preocupantes percepciones erróneas que persisten en nuestra sociedad, donde un porcentaje significativo de personas ignora la gravedad de la discriminación racial y el antigitanismo. Este tipo de negacionismo racial refleja una profunda falta de conciencia sobre las realidades que enfrentan las minorías, incluida la gitana, en su día a día.

Según el Eurobarómetro de 2023, la discriminación contra las personas gitanas se considera la más extendida de entre todos los colectivos estudiados (65% de media en la UE y un 70% en España). Este dato supone un aumento de dicha percepción respecto al anterior Eurobarómetro de 2019 (61% de media en la UE y 65% en España).

Nos enfrentamos, sin duda, a un fuerte retroceso de libertades validadas en discursos que creíamos superados. Ese es un desafío al que debemos hacer frente. Nosotras, las mujeres gitanas, sabemos bien qué es y cómo se ramifica ese racismo que está propagado por nuestra sociedad como si fuera el peor de los virus humanos.

Desde FAKALI, seguimos comprometidos en nuestra lucha contra todas las formas de racismo y discriminación, incluido el negacionismo racista, que perpetúan la exclusión y la injusticia. Como mujeres gitanas que desafiamos el machismo y el antigitanismo, continuaremos elevando nuestra voz por una justicia social que reconozca y respete nuestra dignidad y derechos.

El 8 de abril es más que una fecha en el calendario. Es un recordatorio poderoso de nuestra historia, nuestra resistencia y nuestra determinación para construir un mundo más justo para todos.

Opré Rromá. Opré Rromnja.