Detrás de Star Wars hay todo un ensayo de filosofía sobre qué es el deber y hacia donde tienen que ir los seres humanos. Ya en La amenaza fantasma, había algo en Anakin que le olía mal a Obi Wan. En realidad, lo dijo él mismo: Quería hacerse caballero Jedi para acabar con la esclavitud en su país. Craso error, la idea de justicia no coincide con el estoicismo de los Jedi. La primera, en la frente. Los objetivos de la orden Jedi y de Anakin son absolutamente distintos. A todo esto, dice Albert Camus: “La rebeldía metafísica es el movimiento por el que un hombre se levanta contra su condición y la creación entera”.
El poder
Desde La amenaza fantasma, se nos muestra a un Anakin que iba a ser el elegido para traer el equilibrio a la fuerza. Particularmente creo que, de hecho, cuando en El retorno del Jedi vuelve del lado oscuro, efectivamente, lo trae. En cualquier caso, en los tres primeros episodios de la saga Anakin es un estudiante al que no todo le va bien. La razón es sencilla y compleja al mismo tiempo: La sencillez radica en que Anakin tiene miedo de que maten a su madre (y, un poco más tarde, a Padme). La complejidad se atañe a la concepción de poder que tienen, por un lado, Anakin y, por otro, la orden.
La moral de la orden Jedi es absolutamente estoica, seguidores de Epicteto. Anakin, por contra, se da a Nietzche: “Me estás pidiendo que sea racional. Y sé bien que eso es algo que no puedo hacer”. Antónimos ejemplares. Los Jedi observan que no hay porqué plantearse mover un dedo por algo que les sería imposible cambiar, por más que fuera justo. Anakin no iba a acabar con la esclavitud en Tatooine, por más que quisiera. En cambio, lo que sí está bajo el poder del Jedi es borrar sus sentimientos. De este modo, la racionalidad y la capacidad de juicio en cada acción singular es más grande.
Como se pueden imaginar, Anakin no borra sus sentimientos en ningún caso. Debido a esto, su poder no se ciñe a lo que está bajo su mano, pues, necesariamente, quiere utilizarlo para que a sus seres queridos les vaya mejor la vida. Cuando uno de nuestros seres queridos está en peligro, lo normal es tener miedo y “el miedo es el camino al lado oscuro”, ya lo dijo Yoda. El sufrimiento deviene de no querer aceptar el destino que uno tiene en la fuerza. En cuanto a esto, uno puede aceptar la voluntad de la Fuerza o, sin más, irse al lado oscuro. “Debemos alegrarnos de que nuestros seres queridos se transformen en fuerza”, observa el Maestro.
Anakin no sólo no acepta el destino que la Fuerza le propone, tampoco acepta el que le propone a sus seres queridos, de los cuales no ha podido desapegarse. Su rebelión metafísica empieza aquí.
La rebeldía metafísica es el movimiento por el que un hombre se levanta contra su condición y la creación entera.- Albert Camus
Anakin, ¿Anakin? y el dilema del destino
La literatura y la mitología occidental están llenas de héroes que continuamente se hacen la misma pregunta: ¿Quién soy y cual es mi poder? Superman es demasiado fuerte para ser humano; Tarzán tiene muy poco vello como para ser orangután. Algo parecido le ocurre a Mowgli en El Libro de la Selva. A su vez, se ha premiado más el arrebato romántico que la sapiencia. Aquiles, que a las puertas de Ilión llama a Héctor clamando venganza, es el héroe a imitar. A su vez, Ulises, reflexivo, contempla las murallas de Troya desde su prudente segunda fila, pensando en cómo ganar una guerra imposible.
Anakin también se pregunta quién es. ¿Esclavo o Jedi? ¿Amante o Jedi? ¿Hijo o Jedi? Por si fuera poco semejante pregunta, Quai-Gon Jin se muere diciendo que si no es el elegido, cerca andará. Y Yoda le mira como si lo fuera, añadiéndole su incesable ánimo de sospecha. Debe ser complicado escoger entre el amor y el equilibrio de la fuerza. Si se lo preguntásemos a un sacerdote católico diría que, pudiendo amar a todo el mundo, ¿por qué amar a una sola persona? Los Jedi responderían parecido. En cualquier caso, Anakin avanza entre el bien estoico y el mal nihilista, discerniendo su debate personal.
La coherción supina y la paradoja
Viene aquí la gran pregunta: ¿No es, acaso, una coherción divina el hecho de haber nacido en una condición de la cual no te puedes desprender? El propio destino es una coherción metafísica. Traducido a la cotidianeidad, no está bien que un padre elija la carrera de su hijo cuando este desea hacer otra cosa. Eso puede crear frustración en múltiples planos: miedo a la decepción paterna, miedo al fracaso propio, odio hacia lo que se hace… En definitiva, seguir un camino que no se quiere conduce al lado oscuro: La tristeza. Un paralelismo sería el cristiano: Beato no significa más que feliz.
Anakin no es feliz trayendo el equilibrio a la fuerza precisamente porque ama. Me resulta inquietante que sea precisamente el amor lo que hace que Anakin deje de ser feliz cuando es el amor, precisamente, lo que hace que el ser humano alcance la felicidad. Cuando hablo de amor, sobra decir que no me refiero al romántico: Uno puede querer a sus amistades, colegas, familia, el largo etcétera. Si bien los Jedi no tienen prohibido amar (Anakin dice en el episodio II que es prácticamente una obligación), sí que tienen prohibido el apego. “El apego lleva a los celos, la sombra de la codicia eso es”. Establecer un amor sin apego, por más sano que sea susodicho amor, es imposible. Anakin empieza a ver el lado oscuro cuando matan a su madre, ¿deberíamos entender que eso no tiene porqué doler?
Llegado a ese punto, el estoicismo de los Jedi se contrapone a la humanidad de Anakin. Obi-Wan se puede poner como quiera, pero velar por la paz de la República, enamorarse y que uno quiera a su madre tiene que ser compatible. Mi apuesta por la conciliación es total (y dado lo que acabo de escribir, seguramente, luterana). Cuando asesinan a la madre de Anakin y Padme agoniza, Anakin abandona lo que Nietzche consideró “la ilusión de emitir un juicio moral, pues no existen juicios éticos”. Entonces, rechaza ser quien traiga el equilibrio a la fuerza y se deshace de la moral como elemento discerniente. Anakin se rebela contra su condición porque, si bien le han enseñado a usar su poder, no quiere ejercerlo tal y como los Jedi le han enseñado. Su idea de justicia no coincide con la de los Jedi. A todo esto, en mitad de la confusión natural que crea el miedo, Palpatine, revelándose como Darth Sidious le ofrece acceder a una sabiduría que salvaría a Padme de un terrible final. El mal nihilista le da una solución irresistible, ser lo que, en realidad, siempre había querido volver a ser: El hijo de su madre, la pareja de Padme, el padre de Luke y Leia… Como dice la canción de Revolver: Todo aquello jamás hubiera sido.
Vuelta a la Tierra: Anakin Skywalker, el esclavo.
¿Por qué quiere convertirse Anakin Skywalker en Jedi? Para liberar a los esclavos. La razón de ser del Padawan Anakin Skywalker no es la paz de la República. El determinismo nos da una salida a esta encrucijada: Para ser caballero Jedi te tienes que deshacer de ti mismo, pero la condición terrenal es absolutamente determinante, también para Skywalker. Su camino habría sido totalmente distinto si, en vez de haber nacido en Tatooine, hubiese nacido en un planeta cómodo. Si en su lugar de nacimiento, la esclavitud le hubiera sido absolutamente ajena, su condición metafísica no la habría marcado su condición terrenal.
El normativismo Jedi es criticable, al menos en cuanto a los humanos se refiere. La presunción del deber ser y no del ser como principio básico de la orden no hace sino obviar las condiciones personales de cada individuo. Uno debe deshacerse de su determinación previa, pero eso está absolutamente alejado de la realidad. Una persona se construye con su propia experiencia y, una vez vivida esta, borrarla sin usar una fuerza psicológica del todo inmoral es imposible. En respuesta a esto, la orden capta a sus padawan cuando son muy niños, privándoles de toda experiencia. Esto también es inmoral pues, basándose utilitaristamente en la paz de la República, privan al individuo de su propia construcción. No puede haber un colectivo sin individuos libres; esta es, bajo mi punto de vista, la principal diferencia entre una sociedad y una colmena.
Por otra parte, una familia bienavenida, ¿estaría dispuesta a dar a su hijo en pos de la paz de la República? La madre de Anakin deja marchar a su hijo porque le espera una vida mejor. Al caso, es lo mismo que sucedía cuando una familia deseaba que un vástago se hiciera clérigo. Si bien es una vida que no goza de libertad, es una vida en la que hay un plato en la mesa y una consideración social. Dado lo anterior, es bastante probable que si hubiera una paz positiva en la galaxia (es decir, aquella paz en la que hay no sólo ausencia de guerra, sino justicia social), los Jedi no tendrían donde coger a padawans: Una familia jamás daría a su progenie para esto.
Bibliografía:
Irwin, W; Eberl, J. T.; Decker, K. S. : Star Wars y la filosofía, Roca Editorial, 2016,
Camus, A: El hombre rebelde, Alianza Editorial, 2015.
Marsh, D; Stoker, G (eds.): Teoría y métodos de la ciencia política, Alianza Editorial, 2017