Invención, falsificación y plagio: ejemplos de cómo romper el contrato social en la ciencia

Observamos cómo la relación entre la ciencia y la sociedad se construye sobre una base de confianza mutua, un «contrato social» implícito en el que la ciencia promete trabajar en beneficio al conocimiento. A cambio, la sociedad confía en sus métodos y resultados, lo que se traduce en apoyo, financiación y autonomía para llevar a cabo investigaciones. Este acuerdo posibilita que los avances científicos impacten en políticas públicas y, a su vez, que los ciudadanos perciban la ciencia como una fuente confiable de verdad y progreso.

De ahí la importancia del compromiso de los científicos con la propia ciencia, ya que una sola gota de tinta basta para ensuciar el agua más clara, y un caso de fraude en la ciencia puede dañar la imagen social del sistema científico. Cuando los investigadores caen en prácticas fraudulentas, como la invención, la falsificación o el plagio, rompen ese contrato social, desmoronando la credibilidad de la ciencia y perjudicando el avance del conocimiento.

Escrito por Laura Sánchez.

Tipología del fraude

Dentro de los fraudes científicos, la descripción más frecuente responde a tres tipos principales: la invención, la falsificación y el plagio.

Invención: el caso del Hombre de Piltdown y la búsqueda del eslabón perdido

Es la adulteración de datos en su totalidad. Un caso emblemático es el «Hombre de Piltdown» de 1912, un supuesto fósil que Charles Dawson y A. Smith presentaron como el eslabón perdido entre el hombre y el mono. El fósil se expuso en el British Museum durante más de 40 años, sin posibilidad de examen externo. Hasta que, en 1953, unos análisis más rigurosos demostraron que era un montaje, sostenido porque tanto encontrar el eslabón perdido de Darwin, como que este fuese de raza blanca y de un mayor volumen cerebral (lo que derivaba ciertas ideas sobre la evolución más temprana de los blancos), eran dos ideas muy útiles para ciertos grupos con intereses en la cuestión.

Craneo del «Hombre de Piltdown»

Un caso mas actual es de la Harulo Obokata, quien en 2011 afirmó haber descubierto un método novedoso y sencillo para obtener células madre, lo que generó gran expectación en la comunidad científica. Sin embargo, surgieron dudas sobre la reproducibilidad de sus experimentos y la autenticidad de las imágenes presentadas. Una investigación del instituto RIKEN, en el cual trabajaba la implicada, concluyó que Obokata había manipulado datos y fabricado resultados, lo que llevó a la retractación de sus publicaciones y a un intenso debate sobre la ética en la investigación científica.

Harulo Obokata

Falsificación: Mendel, Darwin o Newton bajo la lupa

La falsificación implica manipular datos reales, alterándolos para que encajen con una hipótesis. Charles Babbage distinguía entre «amaño» y «falseamiento»: el amaño se refiere a la eliminación de datos que no cuadran con la teoría, mientras que “quien incurre en falseamiento no alberga más objeto que el de sobresalir por la precisión de su labor”, como muestra el caso de Mendel (falseó los ejemplares de guisantes que no encajaban en su teoría de los genes dominantes y los genes recesivos). El amaño se basa en mirar a los resultados inclinando la balanza hacia el lado que más te conviene, y podemos ver ejemplos en figuras tan relevantes como Newton (ajuste de los cálculos relativos a la velocidad del sonido y de la órbita lunar, creando así una correspondencia más exacta con la teoría) o Darwin (retocó más de lo permisible la fotografía craneal científica, la cual inauguró).

Plagio: la historia de Montagnier-Gallo y el descubrimiento del VIH

El plagio es la apropiación indebida de ideas, métodos o resultados de otro investigador. Uno de los casos más notorios fue el de Robert Gallo, acusado de apropiarse de la investigación de Luc Montagnier en el descubrimiento del VIH. Este caso fue tan polémico que incluso enfrentó a dos países, Francia y Estados Unidos, y mostró cómo la lucha por el reconocimiento en la ciencia puede llevar a conductas éticamente cuestionables.

Cada una de estas prácticas no solo viola los principios éticos, sino que también distorsiona el conocimiento científico, dañando la estructura de honestidad que debería sostener el contrato social entre ciencia y sociedad.

Los amigos Luc Montagnier y Robert Gallo.

Consecuencias de la ruptura del contrato y presión por la publicación

La ruptura del contrato social en la ciencia tiene efectos devastadores tanto para la comunidad científica como para la sociedad. En primer lugar, se crea una percepción negativa de la ciencia en el público general. Cada vez que un fraude es revelado, se propaga la idea de que la ciencia puede ser una «industria fraudulenta», dañando la imagen pública de esta disciplina.

Las consecuencias van más allá del prestigio, estas afectan a la elaboración de políticas y decisiones basadas en ciencia. En el campo de la educación, por ejemplo, las teorías de Cyril Burt (1961) sobre la herencia de la inteligencia fueron empleadas para justificar políticas educativas de no intervención en Inglaterra, basadas en resultados que, más tarde, se descubrió que eran fraudulentos. Sir Cyril publicó un trabajo basado en el estudio de los gemelos homocigóticos (nacidos en el mismo parto por bipartición de un solo embrión) que, por alguna razón, habían sido separados en su niñez y educados por familias de ambiente social muy distinto. Según Burt, si los cocientes de inteligencia (C.I.) de estos gemelos eran semejantes, a pesar de la educación distinta recibida, se debería al carácter hereditario de la inteligencia.

blank
Cyril Burt

El contexto de la ciencia moderna es muy diferente al de hace unos siglos. Hoy en día, existe una presión sobre los científicos para que publiquen constantemente, en parte debido al lema «publicar o perecer» que domina el ámbito académico. Este fenómeno responde al sistema de incentivos de la investigación actual, donde la cantidad de publicaciones y citas es clave para obtener financiación, prestigio e incluso permanencia en instituciones académicas.

Ejemplos de este hecho se muestran en el fraude de Hwang Woo-suk, un científico surcoreano que aseguró haber clonado células madre embrionarias humanas, lo cual haría avanzar con pasos agigantados el campo de la medicina regenerativa con soluciones a enfermedades como el Alzheimer o el mal de Parkinson. Es de gran importancia ya que sus resultados fueron publicados en algunas de las revistas más importantes del ámbito científico, como Science o Nature.

Este caso es un ejemplo muy representativo de como todos los actores se encontraban sometidos a mucha presión: 1. Las páginas de revistas es de vital importancia que resultados relevantes aparezcan en sus bases; 2. Los revisores inciden en su altruismo, ya que no se les paga (valor que se capitaliza por las editoriales), debiendo aceptar los resultados que se les presentan en periodos temporales muy reducidos; 3. Los investigadores del grupo sur coreano estaban sometidos a mucha expectación, ya que la investigación se había transformado en un asunto de orgullo nacional en el que el país había invertido grandes cantidades de dinero.

El fraude en la sociedad actual: Las “megafábricas” de artículos científicos y el caso del Rector de la Universidad de Salamanca

En los últimos años, ha salido a la luz un fenómeno alarmante conocido como las «megafábricas» de artículos científicos. Estas organizaciones, operando en la clandestinidad, están dedicadas a la producción masiva de estudios falsificados por encargo. Las megafábricas fabrican datos, crean manuscritos completos y los envían a revistas científicas con procesos de revisión por pares poco estrictos. Este esquema ha proliferado en disciplinas críticas como la medicina, la biología y la ingeniería, donde los avances suelen tener un impacto directo en la salud y el desarrollo tecnológico.

En 2023, se descubrió que el número de artículos retractados por fraude alcanzó una cifra sin precedentes: más de 10.000 documentos retirados en un solo año. Muchas de estas publicaciones provenían de países en los que el acceso a la financiación y el reconocimiento científico está vinculado a la cantidad de investigaciones publicadas en revistas de alto impacto. Este fenómeno se alimenta de un sistema científico que prioriza el volumen de publicaciones sobre la calidad, y ha generado debates sobre la fiabilidad de las publicaciones científicas globales.

Un ejemplo destacado es el escándalo relacionado con Clarivate, la organización detrás de la prestigiosa Lista de Científicos Muy Citados, que en 2023 eliminó a más de 1.000 investigadores de su ranking. Esta decisión fue el resultado de una investigación que reveló un patrón de citas infladas y vínculos con estas megafábricas.

El rector de la Universidad de Salamanca: un caso reciente en el contexto español

Por otro lado, encontramos casos que, aunque individuales, ilustran cómo estas dinámicas también se replican a nivel local. Un ejemplo significativo en España es el caso del actual rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, quien ha sido acusado de prácticas fraudulentas en sus investigaciones. Según la editorial Springer Nature, que retiró 75 estudios relacionados con Corchado y su equipo, las acusaciones incluyen el uso de autocitas excesivas, la manipulación de congresos y la creación de perfiles falsos en plataformas académicas para inflar el número de citas de sus publicaciones.

blank
El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado

El Comité Español de Ética de la Investigación concluyó que Corchado y su equipo habían establecido una auténtica “fábrica de publicaciones y citas” mediante prácticas cuestionables, en algunos casos fraudulentas. Este caso ha provocado un intenso debate en el ámbito académico español, destacando la necesidad de reforzar los controles éticos y la supervisión en las publicaciones científicas.

Ambos fenómenos, las megafábricas de artículos y los casos individuales de fraude, ponen de manifiesto la urgencia de revisar el sistema de incentivos científicos. La presión por publicar, combinada con la ausencia de mecanismos de control adecuados, fomenta un entorno en el que el fraude puede prosperar, afectando tanto la credibilidad de la ciencia como la confianza de la sociedad en el conocimiento científico.

Conclusiones

El contrato social entre ciencia y sociedad es un acuerdo basado en la confianza y la integridad. La invención, falsificación y plagio son violaciones de esta confianza que no solo afectan a quienes las cometen, sino que tienen consecuencias para toda la estructura de la ciencia y para la sociedad que depende de ella. La presión por publicar, el sesgo de revisión por pares y las expectativas sociales son elementos que pueden incentivar prácticas deshonestas, pero no justifican el fraude.

Es crucial que la comunidad científica reflexione sobre sus sistemas de incentivos y fortalezca los mecanismos de supervisión para detectar y prevenir el fraude. Solo así podremos restaurar y preservar la confianza pública en la ciencia, asegurando que el contrato social que la respalda se mantenga firme. En última instancia, una ciencia honesta y transparente es la única vía para asegurar que los avances científicos contribuyan al bien común, tal y como el contrato social inicial prometió.

Bibliografía

De Groote, I., Flink, L. G., Abbas, R., Bello, S., Burgia, L., Buck, L., Dean, C., Freyne, A., Higham, T., Jones, C., Kruszynski, R., Lister, A., Parfitt, S., Skinner, M., Shindler, K., & Stringer, C. (2016). New genetic and morphological evidence suggests a single hoaxer created ‘Piltdown man’. Royal Society Open Science. DOI:

Klotz, I. M. (1992). Cooking and trimming by scientific giants. The FASEB Journal, 6. DOI: 10.1098/rsos.160328

Park, B. (2020). Making matters of fraud: Sociomaterial technology in the case of Hwang and Schatten. History of Science, 58, 393-416

Pires, A., & Branco, J. A. (2010). A statistical model to explain the Mendel–Fisher controversy. Statistical Science, 25, 545-565. DOI: 10.1214/10-STS342

Samelson, F. (2004). What to do about fraud charges in science; or, will the Burt affair ever end? Genetica, 99, 145-151. DOI: 10.1177/0073275320921687

El País (2023, noviembre 24). La lista de científicos más citados del mundo excluye a más de 1.000 por fraude. El País.

El País (2024, octubre 16). La editorial Springer Nature retira 75 estudios del rector de Salamanca y sus colaboradores por prácticas fraudulentas. El País.

También te puede interesar...

South Park
Invención, falsificación y plagio: ejemplos de cómo romper el contrato social en la ciencia
Observamos cómo la relación entre la ciencia y la sociedad se construye sobre una base de confianza mutua,...
1393A879-A5A3-4BF9-B6E2-2BC9E482889D (1)
Politikémon: Crítica social y política en la saga Pokémon
Nos han acompañado desde que jugábamos en nuestra Game Boy, pasando por todo tipo de merchandising, películas,...
Picture of Colaboradores
Colaboradores

TABLA DE CONTENIDO

Siguiente
Categorías
Ir al contenido