Al alba histerismo y zozobra…para otros complacencia.
Para el Reino Unido se culmina un periodo de décadas de incómoda presencia en las instituciones europeas…con la animadversión de De Gaulle,con el “i want my money back de Thatcher”,con la desindustrialización rural de los 80… y todo para que finalmente ni el mejor de los sastres haya podido satisfacerles con el mejor de los trajes a medida. Acontecimiento pues cantado,”sine die”. Se abren dos años en los que la aplicación del artículo 50 conllevará un impacto civil (jurídico, económico, político y social,) así como también militar. La evolución tendrá el foco de las fuerzas internacionales,estatales y subestatales.
Para la Unión Europea se culmina un periodo de décadas de deriva desde la Europa de Delors, D´estaing, de la del Acta Única del 86…hacia el disfuncionalismo monetario y fiscal, hacia el intergubernalismo y la asimetría en la toma de decisiones,la desafección ciudadana y deficit de representatividad. Con países miembros (como España) que pasarán a ser contribuyentes netos al presupuesto europeo. La incapacidad para enarbolar una Acción Exterior así como una Política de Defensa.
Hoy vimos a burócratas enfurecidos con el Union Jack… y también a otros burócratas jalear enfervorecidos a Juncker. Esos del mantra “Más y mejor Europa”. La pregunta es ¿más y mejor cómo,cuándo y para quién?…¿y para hacer que?.
Es un punto de inflexión inédito, con las llamadas “unexpected consecuences” como las que se ha enfrentado el proyecto europeo tras cada empellón con el que se ha culminado cada uno de los complejos Tratados.
Y ante dicho panorama los “officials” pueden seguir empecinados en el sempiterno “one step forward,two steps back”, en la falta de un proyecto económico, político y desde luego social real…. o bien refundar de orígen una Unión donde la representatividad y la democracia reabran a la ciudadanía unas expectativas de vida en donde el supranacionalismo no se asocie a la burocracia y a la pompa de las moquetas de Bruselas,que gestione los desafíos ad intra y ad extra en esta aldea global. Por no hablar de la sombra que se cierne y acecha del TTIP…
Para los Estados se abre un periodo experimental con el que poder observar el devenir fuera del supranacionalismo… y para la UE se abre definitivamente el punto de no retorno, la encrucijada en donde elegir el camino de la ortodoxia económica, la europa de las dos velocidades y la ruptura norte-sur y el empobrecimiento de su sociedad… o el paso hacia renovadas ilusiones llevada a cabo por nuevos actores,actores europeos de la altura de los comienzos de la segunda mitad del siglo XX.
Quizás el “Leave” pueda servir para corregir los vicios de uno y otro lado del canal de La Mancha. Punto de no retorno para la europa archipelágica y también continental. Alea jacta est.