Pride (Matthew Warchus, 2014) es una película británica que cuenta la historia de cómo el movimiento LGTB se solidarizó con el movimiento minero por su mutua oposición al gobierno de Margaret Thatcher. Desde la perspectiva de sus protagonistas, vemos cómo vencen los prejuicios y las resistencias para tejer lazos personales que tendrán enormes consecuencias políticas. Ya sabéis: lo personal es político.
Por esta forma de plantear un problema político y social podemos dividir el análisis en tres niveles: macro (el contexto), meso (las diferentes organizaciones: el movimiento LGTB y el movimiento obrero) y micro (las motivaciones de los actores individuales).
Análisis macro: la Era Thatcher
El contexto en el que se desenvuelve la película Pride nos sitúa hacia la mitad del gobierno de Margaret Thatcher, en los 80. Fue una etapa en la que confluyeron una serie de cambios políticos, sociales y económicos. La política de privatizaciones de Thatcher es la premisa de partida de la película, ya que cerrar decenas de minas dejaría a miles de trabajadores en el paro.
A ello debemos añadir la Guerra de las Malvinas y los años de crisis, además de la llegada de inmigrantes jamaicanos y de otros lugares. Ello provocó una intensa lucha obrera y catalizó el ascenso del neonazismo y el paso de skinheads del antirracismo a partidos como el Frente Nacional, como se sugiere en Pride y podemos ver en otras películas similares como Billy Elliot (2000) o This is England (2006).
Por otra parte, el contexto de riesgo para gran parte de la población activó a los “nuevos” movimientos sociales como el LGTB o el feminismo. En el caso que nos ocupa hablamos de la violenta homofobia y las campañas contra el SIDA, que permitían extender prejuicios sociales. Estos factores acaban por poner en común al “nuevo” movimiento LGTB y el “viejo” movimiento obrero, que ven en las políticas de Margaret Thatcher a un enemigo común. A lo largo de la película de hecho el gobierno despliega políticas públicas contra los mineros, como el recorte de prestaciones sociales a las familias de los trabajadores en huelga.
Análisis micro: ¿Qué motiva a cada actor?
Desde el nivel micro la película Pride nos da buenas referencias para analizar las motivaciones personales de los individuos que participan. En primer lugar, podemos ver cómo el personaje al que sigue la acción, Joe Bromley, comienza a participar porque es gay en secreto. La búsqueda de un entorno donde no tenga que esconder su condición sexual le lleva a entrar en contacto con el ambiente LGTB. Esta forma de reafirmar su propia identidad en un círculo de reconocimiento le incentiva a convertirse en activista a favor de los derechos de gays y lesbianas.
Cuestión aparte es el perfil de Mark Ashton, el líder del grupo. Al inicio de la película, les dice a sus compañeros y compañeras que las movilizaciones de los mineros están haciendo que la represión estatal vaya hacia aquel grupo en lugar de a los gays y lesbianas. Por ello usa un argumento de incentivos selectivos según el cual si les va bien a los mineros les irá mejor a ellos. Además ambos colectivos luchan contra el mismo frente, lo cual es usado para crear un marco de hostilidad compartida contra el objetivo común: Thatcher, la policía, etc.
Análisis Meso: Estructura y Liderazgos
El liderazgo del movimiento gay, flexible e informal, aparece encarnado indiscutidamente en Mark Ashton, quien en la realidad fue activista gay y miembro del Partido Comunista de Reino Unido. Su papel se basa en motivar al grupo, incentivarlos individualmente y en desarrollar el talento de cada uno: así, vemos como consigue que Bromley desarrolle su trabajo de fotógrafo en beneficio del grupo. Igualmente le enseña a no venirse abajo ante los insultos de la sociedad, reapropiándose de ellos y reconstruyendo su significado (es lo que llamamos “interaccionismo simbólico”). Esto llega al punto de agrupar a cientos de personas en el concierto “Pits and Perverts”.
Mark tiene la capacidad de visión y estrategia que lleva al grupo a aliarse con los mineros. Por otra parte, sus habilidades relacionales son básicas para conseguir tejer la red con el colectivo de mineros, estableciendo relación con ellos y promoviendo el contacto. Además identifica las estructuras de oportunidad política y los huecos en la agenda mediática para que sus actividades tengan mayor impacto.
Sin embargo, el hecho de que en un movimiento social el liderazgo sea “informal” hace que el grupo de lesbianas denuncie la falta de democracia interna y su invisibilización. Esto genera una escisión dando lugar a otro movimiento social.
El líder obrero, Dai Donovan, obtiene su legitimidad de su capacidad para conjugar las diferentes corrientes dentro del sindicato. Las unions tienen un gran peso en la Historia británica y de Gales en concreto. Al contrario que el movimiento LGTB y los “nuevos” movimientos sociales, el sindicato tiene una estructura mucho más estable y organizada: de ahí que Donovan debe legitimarse tanto con el resto de comités y delegados (lo que da lugar a algunos tejemanejes de sus opositores en la película) como en la propia lucha obrera, con las imágenes de los sindicalistas mineros luchando contra la policía.
En un momento de la película -cargado de simbolismo- ambos líderes mantienen una conversación: se revela que Mark creció en Irlanda del Norte y allí aprendió que los problemas no se pueden “trocear”, sino que hay que defender los derechos de cada uno para defender los derechos de todos. En un sentido similar, Dai afirma que sus principios socialistas propios del movimiento obrero se basan en la filosofía del “apoyo mutuo”. Si tú me ayudas a mí, yo te ayudaré a ti. Aquí podemos ver cómo desde diferentes enfoques han llegado a construir un punto en común: que el principio de solidaridad entre colectivos es lo que debe movilizar la acción colectiva y la formación de alianzas.
El apoyo mutuo
Como la misma película termina diciendo, el apoyo del colectivo de lesbianas y gays a los mineros sirvió para que tiempo después los sindicatos de minería votaran en bloque incluir los derechos LGTB en el manifiesto del Partido Laborista. De ahí que la actividad liderada por el grupo LGSM tuviera incidencia a nivel mucho más amplio y promoviera un nuevo marco según el cual la izquierda debe incorporar las demandas de los movimientos sociales, más allá del movimiento obrero.
Esta película tiene la ventaja de que concreta un proceso de asociación política y de vencimiento de prejuicios desde lo personal. De una manera muy cercana vemos cómo lo que al principio genera vergüenza, pronto es parte de tu personalidad y tu potencial. Es algo de lo que estar orgullosos.
Porque si durante siglos salirse de la norma se veía como un motivo de vergüenza, con más razón tenemos que reivindicar nuestro derecho a pensar, amar y ser diferentes. Lo que nos hace especiales no es motivo de vergüenza, sino de orgullo.
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BIBLIOGRAFÍA
-NANUS, B., Visionary Leadership: Creating a Compelling Sense of Direction for Your
Organization, San Francisco (1992).
-OBERSHCALL, A., Social Conflict and Social Movements, Pearson Education Limited (1973)