Desde el ciberfeminismo hacia la tecnopolítica feminista

Durante años el “ciberfeminismo” nos ha servido de referencia en la relación entre las mujeres y lo que a principios de los 90 llamábamos nuevas tecnologías.

En 1997 Alex Galloway en su Informe sobre ciberfeminismo señalaba la que era necesario “algo como el ciberfeminismo” para ayudarnos a plantear preguntas clave: ¿ En qué medida nos marca sexualmente la tecnología? ¿Se consigue desterrar la discriminación de Internet con el anonimato sexual del medio? ¿Puede la tecnología ayudarnos a superar el patriarcado? ¿Porqué los lumbreras de la informática son en su mayor parte hombres1?

Desde las australianas VNS Matrix y su “Manifiesto Ciberfeminista” (1991) pioneras en la utilización del concepto junto a la filósofa Sadie Plant y sus “Ceros y Unos”, el salto en Europa en 1997 con la Primera Internacional Ciberfeminista de Documenta X, las Old Boys Network y Cornelia Solfrank, Faith Wilding y el Critical Art Ensemble… especialmente interesantes las aportaciones de Fancesca da Rimini, una de las ingregrantes de VNS Matrix, un puente entre el mundo del arte que durante esos años llenó de contenido el concepto casi en exclusividad y el movimiento antiglobalización emergente en lo que en 2002 llamé “ciberfeminismo social” intentado ampliar el marco definitorio para incorporar las experiencias de la lucha feminista en Internet entre las más destacadas de la época la Marcha Mundial de Mujeres2 o las denuncias sobre el feminicidio de Ciudad Juarez en México y el reto de utilizar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para “hackear”, irrumpir en el sistema que mantiene el patriarcado y modificar el código3.

Fue el activismo feminista en la red, el “mediactivismo” feminista, quien continuó alimentando el meme del ciberfeminismo que había quedado casi exhausto en el mundo artístico quizás por el declive del net art y sobre todo el cambio de internet, los buscadores, el volumen de personas usuarias, el ancho de banda, el cambio del comportamiento que teníamos en la red…

Y pasamos en la segunda década del siglo XXI de utilizar la red como herramienta de metacomunicación a estar en red, y conformar a través de ella estructuras capaces no sólo de transmitir información sino de movilizar, organizar y construir. Los blogs, las redes sociales (Twitter, Facebook) nos permiten compartir de manera masiva, viral y en tiempo real mensajes, campañas, contenidos y proyectos conectados con la realidad virtual y presencial. La internet se ha convertido en una herramienta estratégica con potencialidad para cambiar el marco cultural hegemónico… multitud de emisores que a la vez son receptores con capacidad de cambiar las narrativas. Ya no se trata de gestos, acciones puntuales sino de actuación con presencia y presión continua con estrategia a gran escala. Se han creado nuevos imaginarios que están contribuyendo con mayor o menor éxito pero con intensidad y vigencia a un cambio político.

Y pasamos en la segunda década del siglo XXI de utilizar la red como herramienta de metacomunicación a estar en red, y conformar a través de ella estructuras capaces no sólo de transmitir información sino de movilizar, organizar y construir.

La primavera árabe, el movimiento #15M en España, el movimiento de indignad@s en numerosos países del planeta está marcando un nuevo tiempo.

El movimiento feminista tiene mucho que ver con la forma rizomática de nodos autónomos pero interconectados, con intereses específicos marcados por las diversas agendas pero compartiendo valores y principios comunes. Nodos dispersos pero a la vez en permanente interconexión mediante las redes de comunicación con capacidad de converger en determinados puntos para lograr tener masa crítica para incorporar la lucha contra el patriarcado a las nuevas dinámicas de cambio que se están generando en todo el planeta. La capacidad colectiva de apropiación de herramientas digitales para la acción colectiva es imprescindible.

Por ello para la práctica ciberfeminista actual es imprescindible conectar con la tecnopolítica.

Por Montserrat Boix

Referencias:

1Un informe sobre ciberfeminismo. Sadie Plant y VNS Matrix: análisis comparativo. Alex Galloway 1997.

2Los géneros de la red, los ciberfeminismos. Ana de Miguel y Montserrat Boix

3Hackeando el patriarcado: La lucha contra la violencia hacia las mujeres como nexo. Montserrat Boix

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