Por Eduardo Rodríguez.
En un año todos los grandes partidos se verán inmersos en sus respectivos congresos, quizás pueda resultar un punto de inflexión en el panorama político.
Nuestro país es un lugar extraño, creo que a nadie le puede caber duda y cualquier persona extranjera que nos visita puede constatarlo. Vivimos en un país con la hora cambiada para seguir a cierto personaje del siglo veinte y que desde entonces parece ser que no ha importado cambiar mucho (hasta hace poco), porque eso de la productividad, pues se puede vivir sin ella. Es de relevancia que vivimos en el país en el que tienen que ser unos físicos los que digan que, el horario está bien, sorpresa la tierra es redonda y por eso vivimos en un buen huso horario y las personas estamos para adaptarnos a los horarios pero que lo contrario en un poco alocado, cosas del país.
Otro de los puntos fuertes del país es que somos de “cuando veas al vecino las barbas cortar…” y si hacemos las cosas lo hacemos a lo grande, o a lo bruto, que para el caso algunos confunden los términos.
Y es que nuestro país va a vivir cuatro congresos nacionales de los cuatro grandes partidos durante 2017, a falta de uno, ¡Cuatro! Está de moda hacer Congresos está claro, pero realmente deberíamos replantearnos seriamente ¿Para qué les sirve a cada uno los Congresos?
Esta moda de macrocongresos la inició, acertadamente o no Podemos, hay que refundar el partido que las cosas no van del todo bien, un gran Congreso, mostramos nuestras fuerzas, asustamos a los contrincantes y de paso nos aclaramos un poco que es lo que realmente queremos hacer. Y así es como surgió Vistalegre I. El problema se te plantea cuando ves que en tres años de vida tienes que hacer un Vistalegre II, a modo de sucesor como con los reyes, unos se te sublevan por aquí, otros te quieren pero para que pienses lo que ellos quieren… Hay suerte de momento, no tienen un Carlos María Isidro, pero todo se andará.
Por otro lado tenemos nuestro flamante gobierno, que ahora sí que puede hacer de todo, y no como antes claro está, menos mal que se acabó la anarquía en el país, que hubiéramos hecho ¡Un par de meses más sin gobierno! Los congresos en el partido azulado son muy bonitos, siempre lo son, de hecho creo que deberían preocuparse, por esto del consenso al que siempre llegan, al estilo 15M, si en el fondo al final habrán sido su precursores y todo, el Partido Popular tiene muchísimas asignaturas pendientes y ni en este ni en ninguno otro parece que las van a resolver, elección del presidente por la militancia, democracia interna, ideario políticos… Total si al final siempre ganan, “No cambies algo que funciona…”
Otro de los nuevos partidos del cambio ha sorprendido muchísimo en su congreso, resulta que Albert Rivera ha sido renovado como presidente con entorno al 90% de los votos, quien se lo podría esperar… Para Ciudadanos el congreso importante es el que viene, gran parte de lo cosechado lo recoge en las próximas fechas y mucho me temo que pocos líderes han sembrado para que crezcan en el futuro…
Finalmente nos encontramos con lo mejor de la escena política, “El Congreso”, el PSOE siempre ha sido muy de Congreso, como el país es muy de las croquetas, pero en este caso se juegan mucho más. Amenazados por uno y otro lado el PSOE dirime su futuro y su líder, quizás junto a Podemos es el que más marque el futuro inmediato, está claro que hay dos caminos totalmente diferentes que lo llevarán hacía un lado u otro, la incógnita más grande es cuál tomarán porque no solo deciden un líder, sino también un ideario y una actitud, lo que a día de hoy parece más llamativo e importante.
Si todos los partidos deciden su futuro este año podemos encontrarnos ante un cambio radical del panorama pero claro está, en sus manos está el que se produzca y al menos la mitad parecen a gusto con el timón en esta dirección.