Consulta popular: el diferendo territorial entre Guatemala y Belice

El 15 de abril los ciudadanos de Guatemala votarán en un referéndum en el que decidirán si están de acuerdo con que el gobierno guatemalteco solicite a la Corte Internacional de Justicia la resolución del referendo territorial con Belice.

El reconocimiento de un estado por del Derecho Internacional Público

El diferendo territorial entre Guatemala y Belice es un caso paradigmático de la problemática que puede surgir en el reconocimiento de un estado soberano cuando hay intereses contrapuestos entre dos territorios.

Un estado soberano siempre tiene que cumplir con tres requisitos:

  1. Población: conjunto de personas que habitan de forma permanente, unidos por una nacionalidad común.
  2. Gobierno: la expresión de la organización política de un estado.
  3. Territorio: espacio físico en el que un gobierno ejecuta sus potestades.

La Carta de las Naciones Unidas y la Resolución 2625 de la Asamblea General de las Naciones Unidas enuncian que los principios que han de guiar la relación entre los estados es la igualdad soberana y la no intervención.

Cuando nace un nuevo estado surge la cuestión del reconocimiento por parte de los demás, que es un acto libre y discrecional, y no es requisito imprescindible para que el nuevo estado exista. El reconocimiento no es más que la expresión de la voluntad de mantener relaciones de cooperación activa con el nuevo estado. Su función es principalmente estabilizadora.

El motivo de la consulta: el diferendo territorial

Para comprender el diferendo territorial entre Guatemala y Belice es necesario entender el contexto histórico del conflicto.

Guatemala, antigua colonia española, alcanzó su independencia en 1821. En el tránsito para alcanzar la independencia, Reino Unido, que tenía unos acuerdos con España exclusivamente para la extracción de madera en una zona concreta, aprovechó para ir apropiándose del territorio durante el periodo de negociaciones.

Tras 1821, España cede los títulos de propiedad de todo el territorio a Guatemala y comienzan las disputas territoriales con Inglaterra y México, que reclamaban algunas tierras. Guatemala se vio obligada a establecer fronteras en 1859, cediendo parte del territorio a Reino Unido por medio de la firma del Tratado Aycinena-Wyke. Como compensación, Reino Unido se comprometió a construir una vía que comunicaría la Ciudad de Guatemala con el Atlántico. Esta obra nunca se realizó y el Congreso de Guatemala declaró nulo el acuerdo.

En 1981 comienza una ronda de negociaciones fallidas con Guatemala, lo cual hace que Reino Unido otorgue unilateralmente la independencia a Belice. Belice fue rápidamente reconocido como un estado soberano por la comunidad internacional, menos por Guatemala y Argentina.

Tendría que llegar el año 1991 para que el gobierno de Guatemala reconociese a Belice como país independiente, en cuanto a su gobierno y población, pero no en su territorio.

El hecho de que no se reconozca uno de los tres elementos básicos de un estado soberano es lo que da lugar a la figura del diferendo territorial, insular y marítimo entre los dos países. La fórmula del diferendo es la manera en la que Guatemala reclama el territorio ocupado por Belice.

Teniendo en cuenta todo lo explicado, Guatemala, amparada en el acuerdo alcanzado con Belice en 2008 en la sede la Organización de Estados Americanos (OEA), ha decidido resolver de forma pacífica el conflicto recurriendo a la Corte Internacional de Justicia, que es un tribunal, con sede en La Haya, creado por las Naciones Unidas para resolver conflictos territoriales entre dos países.

Pero antes de recurrir a esta vía, el gobierno quiere dotar su decisión de la legitimidad a través de la consulta, que es un mandato legal también. La Unión Europea apoyará económicamente este referéndum.

Votación

La cuestión planteada ha de ser sometida a referéndum por un doble mandato legal: por el artículo 19 de la Constitución de Guatemala, que ordena que todo arreglo respecto de Belice debe ser sometido a consulta popular; y por el acuerdo alcanzado en 2008 con Belice.

La pregunta que se formulará será cerrada, con solo dos posibles respuestas, “sí” o “no”. Recogerá literalmente el siguiente contenido:

¿Está de acuerdo que cualquier reclamo legal de Guatemala en contra de Belice sobre territorios continentales e insulares y cualesquiera áreas marítimas correspondientes a dicho territorios sea sometido a la Corte Internacional de Justicia para su resolución definitiva y que esta determine las fronteras de los respectivos territorios y área de las partes?

En el referéndum, que tiene un coste previsto de 10 millones de dólares, participarán más de 7,5 millones de guatemaltecos.

En principio estaba previsto que la consulta se celebrase a la misma vez en los dos países. Sin embargo, se van a producir en fechas diferentes, puesto que los dos países celebran los eventos electorales en días diferentes (los domingos en Guatemala; entre semana en Belice).

En el hipotético caso en el que tras alguna de las dos consultas salga el “no”, existe una fórmula legal para repetir la consulta de nuevo hasta lograr el “sí” y someter la cuestión a la Corte Internacional de Justicia.

Todo apunta a que la cuestión será remitida a la Corte Internacional de Justicia para que se pronuncie después de más de 150 años de conflicto. En cualquier caso, su pronunciamiento será firme y la decisión que se tome, en un plazo previsto de cinco a diez años, deberá ser acatada por todas las partes involucradas. El objetivo es acabar con un conflicto que está trayendo la muerte de campesinos y civiles en la zona fronteriza y normalizar las relaciones entre los dos territorios.

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Ismael Sánchez Cañavate

Jurista y politólogo, especializado en comunicación política. Trabajo como consultor de comunicación.

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