Podemos en Vistalegre 2: lo que viste y lo que no

El fin de semana del 11-12 febrero de 2017 ha tenido lugar el segundo congreso de Podemos, conocido como Vistalegre II en referencia al lugar de su celebración. Aunque la gran disputa se había personalizado entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, la cosa es más compleja.

Los resultados han dado la victoria a Pablo Iglesias, quien seguirá como Secretario General de Podemos. Además han ganado sus documentos políticos y organizativos, con lo que tiene amplio margen para desarrollar su proyecto. Sin embargo, hay una buena representación de “errejonistas” en el Consejo Ciudadano Estatal. Anticapitalistas tendrán una escueta representación al ser penalizados por el sistema electoral.

Para bien o para mal, este congreso ha sido un éxito de participación. 155.190 personas han votado en un proceso que mezclaba participación presencial con la telemática. Este enorme electorado supone integrar la visión de muchas personas que simpatizan con el proyecto pero no están en la lucha diaria, por lo que pueden verse como un contrapeso a las luchas del aparato. Por otro lado, también supone privilegiar a los candidatos más famosos para el gran público sobre personas anónimas que trabajan incansablemente.

Pero yendo al grano, ¿qué diferencias había entre las tendencias? Para quien no haya seguido el evento -o lo haya seguido pero no esté muy al tanto de lo que se discutía- hemos hecho esta pequeña guía de las facciones en juego.

 

Pablo Iglesias, Gramsci y el bloque histórico

El equipo de Pablo Iglesias, Podemos para Todas, ha construido su proyecto entorno a la idea del “bloque histórico” de Antonio Gramsci. Esta idea hace referencia al modo en el que se articulan la sociedad civil (las organizaciones “privadas” como la Iglesia, los medios de comunicación…) y la sociedad política (instituciones, aparato del Estado…) a la hora de construir hegemonía. Para lograrlo hay que “cavar trincheras” que refuercen los avances sociales conseguidos.

Aterrizando estas ideas, el equipo de Pablo Iglesias defiende la figura del “político-activista” que tenga un pie en la institución -sociedad política- y otro en la calle acompañando a los movimientos sociales -sociedad civil. Además, se defiende la alianza con Izquierda Unida y otras fuerzas políticas.

 

Íñigo Errejón, Laclau y el pueblo

La corriente liderada por Íñigo Errejón se caracteriza por su apuesta por la transversalidad y el abandono de los símbolos y cultura de la izquierda, para “parecerse más a nuestro pueblo”. Parte de las ideas de Ernesto Laclau, teórico del populismo, por lo que buscan plantear el debate no entre izquierda contra derecha sino “el pueblo” contra un antagonista (la casta, la oligarquía…). Esto se concreta en la necesidad de atemperar ciertos discursos y reivindicaciones tradicionales de la izquierda para apostar por una base social más transversal. En terminología posmarxista, hace falta perder intensidad en la cadena de equivalencias para ganar extensionalidad.

De ahí que Podemos deba ser el motor que genere la hegemonía con nuevos discursos y prácticas, por lo que contar con compañeros de viaje como Izquierda Unida (hilando más fino, el PCE) es visto por gran parte del errejonismo como una estrategia desacertada. Todo ello además apelando a significantes vacíos como “patria”. En palabras de Errejón:

“¿Qué es un proyecto patriótico? Es un proyecto que se hace cargo de las esperanzas, dolores y anhelos de nuestra gente”.

Miguel Urbán, Anticapitalistas y la calle

La corriente que se enfrentó a Pablo Iglesias en Vistalegre 1 ha sacado partido de Vistalegre 2. Herederos del partido Izquierda Anticapitalista, son fervientes defensores de mantener la agitación social en las calles y de descentralizar -y desconcentrar- las estructuras de partido. Según este enfoque, la acción colectiva sirve para generar contexto autorizante y que no se puedan recortar derechos adquiridos.

Las votaciones han servido para ver el poder real que tienen… y para que Miguel Urbán, principal referente de esta tendencia junto con Teresa Rodríguez, acumule capital político. Puso Vistalegre 2 en pie con cada discurso.

Fernando Barrero, Podemos en equipo y la importancia de los círculos

Esta opción la conforma un agregado de grupos de base y círculos de Podemos que desean huir de las luchas de liderazgos. Es una candidatura formada por militantes que reaccionan al faccionalismo del aparato, de ahí que reivindican el protagonismo de los círculos. De este modo pretenden reconducir el debate hacia la política diaria en lugar de a elegir entre caras conocidas. Una de las personas que ejerce la portavocía es Fernando Barrero.

«Somos de Podemos, ¡pero hay que leer! ¿O venís a elegir si soy guapo o feo?»

Juan Moreno Yagüe y la tecnopolítica

Una de las sorpresas de última hora fue la presentación del abogado sevillano Juan Moreno Yagüe como candidato a Secretario General. Yagüe es parlamentario y vicepresidente tercero en el Parlamento de Andalucía. Los estatutos dicen que para presentar documento político hay que proponer una lista al Consejo Ciudadano o candidatura a la Secretaría General. Dicho y hecho. Aunque no quería realmente quitarle el puesto a Pablo Iglesias, pretendía usar la posición de candidato para defender algunos puntos de su programa: quitar poder a los bancos con dinero electrónico o permitir a los ciudadanos votar desde casa por internet (Democracia 4.0). Sin embargo, ha conseguido 15.000 votos, un 10% de los votantes, quienes entroncan con el espacio que en el 15M ocupaba Democracia Real Ya!: más participación, lucha contra la corrupción y rendición de cuentas apoyándose en la tecnología. Lo que el sociólogo César Rendueles -que por cierto iba en las listas de Podemos en Movimiento- llamaba en su libro Sociofobia ciberfetichistas”: serían aquellas personas que creen que internet, la tecnología y el copyleft pueden solucionar todos los problemas de la sociedad.

 

Con 15.000 votos y un 10% del electorado… ¿Podría decirse que hay una corriente “Yagüista”?

Victoria de Pablo Iglesias: ¿ahora qué?

Finalmente ha ganado la opción defendida por el equipo de Pablo Iglesias, Podemos para Todas, lo que sugiere que en los próximos tiempos se desarrollará hacia el exterior una campaña de “cavar trincheras”, alianzas con la sociedad civil para generar un bloque histórico.

Merece la pena resaltar que Pablo se ha vuelto a vestir de presentador de La Tuerka. Podría no ser nada, podría sugerir una vuelta a los orígenes.

Pablo Iglesias en La Tuerka y en Vistalegre 2
Pablo Iglesias en Vistalegre 2 y en La Tuerka

Hacia la interna, habrá que ver qué ocurre con Íñigo Errejón y su tendencia, que sigue teniendo influencia (23 miembros en el Consejo Ciudadano de 62) pero parece que tendrán poco margen para desarrollar su programa. La tercera opción, Podemos en Movimiento, ha sufrido los efectos mayoritarios del sistema Desborda: teniendo un 13% de los votos solo tiene un 3% de los representantes (lo que implica una penalización del 10%). En la práctica esto se traduce en que en el Consejo Ciudadano Estatal solo habrá dos miembros de esta tendencia: Miguel Urbán y Beatriz Gimeno. Cabría sumar a Teresa Rodríguez, que es miembro nato del CCE como líder territorial y pertenece a la misma corriente que Urbán.

 

¿Qué pasará ahora? Es difícil de saber, pero previsiblemente los cambios en la correlación de fuerzas se traducirán en los equipos. Dicho de otra forma… algunas caras aparecerán. Otras, desaparecerán.

 

BIBLIOGRAFÍA

-BETANCOUT, C.E., Gramsci y el concepto de bloque histórico, Universidad Nacional de Colombia.

-LACLAU, E., La Razón Populista, Fondo de Cultura Económica de Argentina, Buenos Aires (2005).

-RENDUELES, C., Sociofobia, Capitán Swing, Madrid (2014).

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