El acercamiento de las Coreas: La Sunshine Policy y el contexto actual

Kim Dae-Jung y Kim Jong Il, junio del 2000 primera cumbre intercoreana

Breve contexto sobre la península coreana.

A partir de la Guerra de Corea tras la IIGM y la división de la península coreana en dos países, el desarrollo de ambos fue de lo más dispar posible, por un lado, Corea del Norte con un régimen comunista pudo desarrollarse correctamente ya que disponía de las materias primas necesarias en la región. Sin embargo, Corea del Sur que se encontraba devastada humana, pero sobre todo económicamente se vio abocada a la sucesión de diferentes regímenes dictatoriales de corte “liberal” y que contando con el apoyo de EEUU.

No es hasta la década de los 80 cuando Corea del Sur comienza un desarrollo industrial y económico fuerte. Mientras este ascendía, Corea del Norte se iba sumiendo en una profunda crisis humanitaria y económica. Se tornaba la situación en la península coreana.

La Sunshine Policy: origen y desarrollo.

La Sunshine Policy es la política de Corea del Sur hacia Corea del Norte durante la presidencia de Kim Dae-jung y Rho Moo-hyun desde 1998 hasta el 2007.

La esencia de la Sunshine Policy se derivó de la Ostpolitik, un famoso esfuerzo de normalización de Alemania Occidental hacia Alemania Oriental, en el que el gobierno de Alemania Occidental reconoció a la RDA no solo como una nación normal e independiente, sino también como una nación muy cercana. Sobre la base de la exitosa política de Alemania Occidental que eventualmente condujo a la unificación exitosa con el Este, el presidente Kim presentó tres principios principales para la Política del Sol, teniendo en cuenta la singularidad de la península de Corea. También reclamó por la separación de la política y la economía.

La Sunshine Policy se basó en los siguientes tres principios:

  1. No se toleraría ninguna provocación armada del Norte.
  2. El sur no intentaría absorber el norte de ninguna manera.
  3. El Sur buscaría activamente la cooperación.

Al abordar el segundo principio es cuando se detuvo el incremento de tensión con Corea del Norte y se apaciguó a este para reducir sus gastos en defensa. El tercer punto explícitamente implicaba que el sur pondría una cantidad sin precedentes de esfuerzo e inversión en el Norte si este cooperaba. Como resultado, se construyó la Región Industrial de Kaesong (KIR), una región industrial administrativa especial de Corea del Norte, donde trabajan juntos 53,000 norcoreanos y 800 surcoreanos. También hubo un aumento evidente en el número de refugiados norcoreanos durante el período, con el pico más alto en 2008, y lo más importante, el programa de viaje para Corea del Sur a Corea del Norte se inició por primera vez en la historia.

Aparentemente, la Sunshine Policy provocó interacciones económicas y culturales activas entre los dos y mejoró relaciones intercoreanas en aspectos multifacéticos. Los objetivos de la Sunshine Policy eran más específicos y sustanciales que cualquiera de las políticas anteriores hacia Corea del Norte. Además de su influencia directa en las relaciones intercoreanas, también ayudó tremendamente a la economía surcoreana. Y es que se produjo un beneficio económico sustancial para Corea del Sur. Al comienzo de la administración de Kim Dea-jung, Corea del Sur acababa de ser rescatada por el FMI, por lo que el sur tuvo que evitar la política de confrontación hacia el norte. En este sentido, esta política de coexistencia y reconciliación ayudó a Corea del Sur a recuperar su economía. Además, el presidente Kim recibió el Premio Nobel de la Paz por la implementación de la política en el año 2000, en ese mismo año se produciría la primera cumbre intercoreana entre Kim Dae-jung y Kim Jong Il.

No obstante, y pese a estos aspectos positivos, mucha gente criticó la política que Corea del Sur estaba llevando a cabo, ya que, pese a la no confrontación, hubo más de 10 grandes provocaciones armadas de Corea del Norte, incluida la Segunda Batalla de Yeonpyeong en 2002, en la que un barco del sur fue hundido, 6 hombres fueron asesinados y 19 resultaron heridos. Y para mayor inri, Corea del Norte ejecutó su primer experimento nuclear en 2006 también. A raíz de estos hechos se produjo una crítica severa hacia Corea del Norte, ya que, además, los fondos financieros que Corea del Sur les había estado proporcionando (con objetivos claramente humanitarios), estaban siendo destinados al desarrollo de armas.

Actualidad de la Sunshine Policy

Para comprender la actualidad sobre la Sunshine Policy y el papel que ha jugado en los últimos meses es necesario saber que en 2016 se produce un ‘impeachment’ a la ahora expresidenta Park (del partido liberal conservador) por una serie de casos de corrupción, que ya han sido juzgados y que ya ella ha sido condenada a prisión.

Después de esta moción de censura en 2017 se llevan a cabo las últimas elecciones presidenciales en Corea del Sur con un alto porcentaje de participación, debido al descontento de la ciudadanía con el caso de Park. Es entonces cuando se produce la elección de Moon Jae-in (del partido democrático de centro izquierda) como presidente de Corea del Sur.

Pero ¿quién es el nuevo presidente surcoreano Moon Jae-in? Se trata nada más y nada menos que de un ex-abogado especializado en materia de Derechos Humanos. Moon se presentaba como partidario de volver a iniciar las conversaciones con Corea del Norte, afirmando que resulta necesario una política renovadora que consiga propiciar un acercamiento por parte de las dos Coreas, volviendo a retomar de alguna forma la Sunshine Policy.

La clave para iniciar un acercamiento en la península coreana ha sido sin duda el cambio de presidencia vivido en Corea del Sur y la predisposición política de querer llegar a acuerdos y a un proceso de paz. El clima de hostilidad disminuyó con la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno en Pyeongchang, donde se vio un primer acercamiento con la hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong liderando la comitiva norcoreana.  

Corea del Sur, con el temor a encontrarse en medio de un fuego cruzado entre Corea del Norte y EEUU, se ha estado moviendo rápido. No solo lo vimos con esta cita olímpica sino con la ya tan conocida tercera cumbre intercoreana celebrada el pasado mes de abril (sí, la tercera, ya que en el 2007 se celebró la segunda), cuando fuimos testigos del momento donde ambos líderes coreanos se fundieron en un histórico abrazo y mostraron signos de cordialidad entre ambos. Aunque no todo fueron gestos simbólicos, también se firmó un histórico acuerdo entre el norte y el sur por el cual aceptaban trabajar conjuntamente para llegar a un sistema de paz permanente y estable. Además, se llevaría a cabo un proceso de desnuclearización de la península coreana, aunque sin llegar a mencionar cómo. Aun así, el norte aseguró su disposición a negociar con su arsenal nuclear. El tiempo dirá si este acuerdo se convierte en papel mojado o no, ya que si miramos atrás veremos como el compromiso a medio y largo plazo del norte nunca ha sido efectivo.

¿Cuál sería la posible futura situación de la península coreana?

Con respecto a la pregunta de si todo lo que estamos viviendo sobre este acercamiento acabará derivando en una posible unificación de las dos coreas en un futuro, ese sería un escenario muy improbable, básicamente por dos principales motivos. El primero sería el grandísimo coste económico que supondría la unificación de ambos países, coste que tendría que asumir en gran medida Corea del Sur y segundo, el rechazo por parte de los ciudadanos del sur hacia los del norte, rechazo o discriminación producida por las diferencias culturales tan grandes que existen, cosa que ya se está produciendo con algunos refugiados de Corea del Norte. Y esto sin contar con que más que una unificación sería una absorción del sur con respecto al norte.

El escenario más lógico que se puede llegar a producir sería el de una liberalización de la economía de forma paulatina en Corea del Norte, dejando entrar a empresas y por lo tanto nuevas inversiones en el país, para así dejar de depender íntegramente de China. Esta liberalización del mercado norcoreano beneficiaría tanto al norte como al sur. Y además para que estas mejoras económicas se puedan llegar a producir, se tendría que llevar a cabo un acuerdo donde se el régimen norcoreano se comprometiese a una mejora en materia de derechos humanos.

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por Cecilia Mariscal.

Puerto Real (Cádiz). Socióloga y politóloga. Actualmente cursando el máster en estudios de Asia oriental en la Usal. Escribo sobre feminismo, política, nacionalismos y Japón a veces desde una perspectiva friki.