Cómo se elige al nuevo papa: El Cónclave

EXTRA OMNES!

(¡Fuera todos!)

Con esta conocida alocución comienza el cónclave, el proceso para elegir al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica: el papa. ¿Pero a quién le corresponde pronunciarla? ¿Qué sucede justo después? Y, sobre todo ¿Qué consecuencias tiene para la Iglesia Universal? Vamos a intentar responder a estas cuestiones.

Por Enrique Rodríguez Morillo, Abogado del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España.

¿Cómo se regulan las elecciones a papa?

 El proceso de Sede Vacante (período comprendido entre el fallecimiento [o renuncia] del Papa y la elección del nuevo) y el del cónclave está perfectamente detallado y regulado en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis rubricada por S.S. San Juan Pablo II, de 22 de febrero de 1996, y reformada por el Motu Proprio Normas Nonnullas de S.S. Benedicto XVI, de 22 de febrero de 2013. En esta norma se va desgranando qué ocurre cuando fallece el Santo Padre, qué papel desempeña cada cargo y cómo se procede hasta que la Iglesia designa un nuevo sucesor de Pedro.

 Obviemos el papel ya sabido (fundamental) del camarlengo, persona que administra la Iglesia en período de Sede Vacante, y colegio de cardenales que gobierna la Iglesia en período de Sede Vacante y vayamos al tema de nuestro estudio: El cónclave.

Comienzo del cónclave

 Comienza con una procesión compuesta por todos los cardenales, que vienen cantando el Veni Creator desde la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, hasta la Capilla Sixtina, donde se procederá con la elección[1]. Después de pronunciar los juramentos, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificas, que desde 2021 es el Arzobispo italiano Diego Giovanni Ravelli, gritará EXTRA OMNES y todos los que no sean cardenales electores deberán salir, salvo el propio maestro y el eclesiástico. Realizarán una meditación junto a los cardenales e, igualmente saldrán de la capilla.

 Las puertas son cerradas con llave y selladas. Con llave en latín es “cum clave” que ha derivado en “cónclave” de ahí a la palabra, porque literalmente son encerrados con llave, hasta que haya nuevo Papa. ¿El motivo de esta medida tan drástica? Que los cardenales no se duerman en los laureles y no estén meses y meses disfrutando de la hospitalidad vaticana de forma deliberada. Basta ver que, incluso se llegó a disponer que en los cónclaves se racionara la comida teniendo los cardenales una comida al día los tres primeros días y luego solo pan y agua, algo que, a día de hoy, evidentemente no se lleva a cabo puesto que esa medida fue eliminada.

 Todo lo que acontezca dentro debe quedar en la más absoluta confidencialidad. Si algún cardenal (o cualquiera conozca algo de dentro) filtra alguna información se enfrenta a la pena de excomunión[2], al igual que el cardenal que perpetre el delito de simonía [3], que es la compraventa de bienes sagrados, o, en este caso, de votos para el cargo de Romano Pontífice.

Fila de cardenales sentados frente a frente en la Capilla Sixtina previamente al cónclave
Conclave de cardenales antes de las elecciones a papa en el Vaticano

Cómo se vota al nuevo papa

 A partir de ahí se van sucediendo las votaciones, dos en la mañana y dos en la tarde de cada día, hasta que uno sea elegido[4]. Para ser elegido papa, necesita dos tercios de los votos [5]. El Cardenal que vaya a votar debe ir desde su asiento con su voto doblado y en alto y pronunciará esta fórmula Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido[6] y depositará su voto sobre un plato puesto encima de la urna electoral. Seguidamente tomará el plato y verterá el voto en la urna. Así uno tras otro. 

Si no resulta elegido ninguno, habrá fumata negra y, si lo hay, habrá fumata blanca. La fumata negra se consigue vertiendo sobre los votos perclorato de potasio, antraceno y azufre y la blanca, echando sobre ellos clorato de potasio, lactosa y colofonia, una resina natural proveniente del pino amarillo.

Prevención de las tentaciones

 Quizás lo más curioso de esta norma es que contempla todas las tentaciones que puede tener un cardenal elector. Ya hemos hablado del crimen de simonía, pero también prohíbe que los cardenales hagan pactos, acuerden votaciones, realicen promesas o compromisos en caso de que algún día fuesen papas, etc. Es más, tienen incluso prohibido leer prensa del exterior, escuchar la radio, ver la televisión, o recibir cualquier tipo de información que no venga de los canales oficiales de la Ciudad del Vaticano, todo ello para evitar una posible contaminación, o influencia a la hora de emitir su voto. Es drástico, pero tiene lógica. Piénsese que es lo mismo que sucede con las personas que actúan como jurado popular en un proceso judicial del Tribunal del Jurado, que no pueden recibir información alguna, están completamente aislados.

Habemus papam

 ¡Fumata blanca! Ya tenemos nuevo Papa ¿Qué pasa? Pues el elegido debe aceptar el cargo, pero curiosamente, puede ser elegido cualquiera, no tiene que ser cardenal elector en contra de lo que pueda creerse. Es más, la norma contempla que si el elegido no es Obispo, siquiera, se le ordenará inmediatamente [7].

 Con la aceptación del cargo, finaliza el cónclave y se da el famoso anuncio: HABEMUS PAPAM!

Bibliografía

[1] P.51 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[2] P.58 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[3] P.78 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[4] P.63 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[5] P.62 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[6] P.66 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

[7] P.88 Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis

Extra

El método de elección a nuevo Papa, pero con dibujos.

También te puede interesar...

Fila de cardenales sentados frente a frente en la Capilla Sixtina previamente al cónclave
Cómo se elige al nuevo papa: El Cónclave
EXTRA OMNES! (¡Fuera todos!) Con esta conocida alocución comienza el cónclave, el proceso para elegir...
Cuadro "Madre e Hija" de Edward Munch
¿Eugenesia o emancipación femenina?: el caso de “La Virgen Roja”
Introducción Madrid, 1931. Una joven se abre paso entre pancartas que rezan “Viva el Progreso” y gritos...
Picture of Colaboradores
Colaboradores

TABLA DE CONTENIDO

Siguiente
Categorías
Ir al contenido