Hace no tanto, comentábamos en Cámara Cívica que pese a que el trasfondo de Star Wars siempre ha sido nítidamente político (caída de la Antigua República, expansión del Imperio Galáctico, triunfo de la Alianza Rebelde, consolidación de la Nueva República y amenaza por la Primera Orden), por lo general nunca ha sido el tema principal de esta historia de naves espaciales y sables láser. Sin embargo, recientemente he finalizado Andor, una de las apuestas de Disney para ampliar el universo creado por George Lucas. Una serie que por primera vez dota a la franquicia de la estructura de un thriller político en el que podemos ver diferentes enfoques, tramas y filosofías políticas en conflicto. No en vano cuenta con la pluma de Beau Willimon, guionista de joyas para estudiantes de Ciencias Políticas como House of Cards o Los Idus de Marzo.
En este artículo intentaremos hacer un repaso a los elementos de filosofía política presentes en la serie Andor, de Disney+. Avisamos que a partir de aquí habrá spoilers.
- ¿De qué va Andor y en qué momento de Star Wars se desarrolla?
- Dedra Meero y la burocracia imperial
- Mon Mothma, la jugada a dos bandas
- Luthen y la tragedia del revolucionario
- Syril, el entusiasta de la dictadura
- El ideólogo, el intelectual orgánico
- Skeen, el rebelde contra rebelde.
- Cárceles que disciplinan los cuerpos
- Bel y la obligación de tomar partido
- Saw Guerrera, el extremista
- Perder un dedo para salvar una mano
- La opresión genera resistencia
- El hombre rebelde
- La muerte como nacimiento
- Un thriller político galáctico
¿De qué va Andor y en qué momento de Star Wars se desarrolla?
Andor se sitúa cronológicamente entre la tercera y la cuarta película de Star Wars, es decir, entre “La Venganza de los Sith” y “Una Nueva Esperanza”. Narrativamente sigue el viaje del héroe del personaje de Cassian Andor, uno de los personajes principales de la película Rogue One.
En un momento dado se ve envuelto en un lío y para escapar acaba contactando con Luthen, quien decide reclutarlo -o más bien contratarlo como mercenario- para un acto de sabotaje contra el Imperio en el planeta Aldhani. Se trata de robar la nómina de los trabajadores de un sector imperial para financiar la rebelión.
Allí Cassian Andor conoce a un grupo variopinto de agentes que trabajan para la incipiente resistencia.
Dedra Meero y la burocracia imperial
Uno de los mejores detalles que muestra Andor es la fase de desarrollo y expansión del Imperio, algo poco tratado en las obras originales. Más allá de la supresión del Senado Galáctico (o “Senado Imperial”), en la vieja trilogía no se describía con mucho interés la creación de la nueva institucionalidad dictatorial. En Andor, por el contrario, vemos cómo poco a poco las antiguas estructuras de la vieja República son sustituidas, las garantías judiciales van desapareciendo (cosa que Andor sufre en sus propias carnes en un juicio sumario), la escucha y la vigilancia se extiende y la autoridad imperial va concentrando poder en cada vez menos manos.
El desarrollo de una nueva institucionalidad imperial requiere de cuerpos técnicos preparados para controlarlo todo. Esto puede dar lugar a luchas internas por los flujos de información y recursos. Cuanto más avanzamos de un sistema autoritario a uno totalitario, más posibilidad hay de que cambien las reglas de juego para amoldarse al poder. Siguiendo la definición clásica del politólogo español Juan Linz, en un Estado autoritario pese a no haber libertad, sí hay cierta previsibilidad jurídica, mientras que bajo el totalitarismo las reglas pueden cambiar en cualquier momento, basadas en la voluntad del grupo dominante. Así vemos cómo poco a poco las limitaciones al poder van desapareciendo, conforme crece el poder imperial.
Dentro de esta nueva burocracia centralizada que amenaza la diversidad de los sistemas planetarios de la galaxia, los diferentes burócratas compiten por recursos e información. Entre ellos, destaca la figura de Dedra Meero. Una oficial de inteligencia dispuesta a sofisticar lo máximo posible la vigilancia para anticipar las posibles amenazas a la autoridad imperial. Esto supone entrar en conflicto con otros agentes, que aspiran a controlar su propia parcela de poder. Con la desaparición progresiva de normas independientes que describan cómo debe funcionar un Estado de derecho, la legitimidad de su acción vendrá determinada por el rendimiento, es decir, por la eficacia en sus métodos para conseguir información… por terribles que sean.
Mon Mothma, la jugada a dos bandas
Quienes pertenecen al viejo orden y parece que quieren jugar dentro del nuevo orden para cambiarlo a menudo deben vivir una doble viva. Es el caso de Mon Mothma, miembro de la élite política y económica y sin embargo está dispuesta a actuar en la clandestinidad para apoyar a la resistencia. Su actividad será decisiva pues no sólo dará alas a los futuros rebeldes, sino que terminará siendo la primera canciller de La Nueva República. Eso sí, para poder destruirlo tendrán que hacer pactos con el diablo (en la terminología de Max Weber): acuerdos secretos con quienes apoyan la lucha armada, crímenes… no todo el mundo está dispuesto a usar los mismos medios para llegar al mismo final.
Este personaje también nos recuerda la máxima de Nicolás Maquiavelo: “No todos ven quienes somos pero todos ven lo que aparentamos”. Sometidas a la enorme vigilancia imperial, Mon Mothma sobrevive pareciendo tonta útil, al igual que su prima Bel pareciendo una niña malcriada para mantener apariencias..
Luthen y la tragedia del revolucionario
Quien quiera matar a un monstruo debe tener cuidado de no convertirse en un monstruo. Luthien es probablemente el personaje más importante de esta serie. Se trata de un vendedor de antigüedades con una doble vida. Por una parte, vende objetos de valor para gente rica -lo que le permite relacionarse con Mon Mothma- mientras que opera en las sombras para impulsar la rebelión. Para ello trafica, roba, asesina y sabotea. Para luchar por la luz, se deja manchar por la oscuridad.
Esto lo convierte en un personaje profundamente trágico, ya que sabe que no será digno de contemplar la obra que está ayudando a construir. Usa los medios del enemigo, para dar un futuro que no verá a gente que no conocerá. Cargado de referencias bíblicas, Luthien es un Moisés galáctico que enseña al Pueblo Elegido las puertas de un paraíso que no pisará.
Syril, el entusiasta de la dictadura
El amante del orden y la disciplina que será el primer entusiasta de la dictadura. Syril desea medrar, pero no por ambición personal, sino por amor a un sistema puro y ordenado. Este tipo de individuos pululan por nuestras sociedades y son los primeros en engrosar las filas del autoritarismo. Su adscripción desinteresada al Imperio será de gran utilidad a Meero, que verá en él a un activo muy útil entre tanta competencia con el resto de funcionarios imperiales.
El ideólogo, el intelectual orgánico
“Habrá momentos en que la lucha parezca imposible, eso ya lo sé. Nos sentiremos solos, inseguros y apabullados por la magnitud del enemigo. Pero recordad: la libertad es una idea pura, aparece espontáneamente y sin control.
Por toda la galaxia surgen brotes espontáneos de insurrección constantemente; hay ejércitos enteros, batallones, que ni siquiera saben que se han unido a la causa. Recordad que la rebelión extiende sus fronteras por todas partes y que hasta los actos de insurrección más modestos ayudan a ampliarlas.
Y no olvidéis esto: la necesidad de control del Imperio es tan acuciante porque es antinatural. La tiranía sigue un esfuerzo constante, se agrieta, tiene fugas. La autoridad es frágil, la opresión es la máscara del miedo.
Recordadlo y sabed que algún día todas estas batallas y escaramuzas, estos momentos de resistencia, sobrepasarán el control del Imperio y entonces los desbordarán, bastará un solo gesto para romper el asedio.
Recordadlo. Intentadlo.”
Karis Nemik es probablemente uno de los personajes más interesantes y que a la vez pasan más desapercibidos de Andor. Se trata de un joven idealista, que abraza la rebelión con fervor casi religioso. Es sumamente inteligente y es capaz de poner palabras a las ideas y debates que se están dando en torno al conflicto entre el Imperio y la libertad de la galaxia.
Nemik representa la figura del “intelectual orgánico”, con el que el filósofo italiano Antonio Gramsci describía a la figura capaz de diseminar la ideología del partido para generar hegemonía entre el resto de la clase trabajadora. Este personaje estructura y da coherencia al discurso político tras la revuelta, cuestionando las lógicas internas de la propaganda imperial (“la autoridad es frágil, la opresión es la máscara del miedo”) y articulando las iniciativas de la disidencia.
Todo ello queda registrado en un documento, un manifiesto, tal y como tantos otros revolucionarios han hecho a lo largo de la Historia. Un pequeño texto que resume la ideología anti-imperial y que está hecho para ser copiado, compartido y distribuido clandestinamente entre todas aquellas personas que estén dispuestas a leerlo.
Entre ellas, Cassian Andor, quien no es capaz de determinar internamente por qué se ha unido a la rebelión, más allá que la necesidad de supervivencia, el trauma por perder a su hermana, la rabia por la opresión en su planeta natal… pero que al aprehender las palabras de Nemik comienza a articular su propio discurso.
La visión de Nemik suena profética, dado que al igual que vemos en Star Wars Rebels, Andor, Rogue One y en Obi-Wan Kenobi, es precisamente la unión de diferentes luchas las que poco a poco van tejiendo las redes que permitirán la creación de la Alianza Rebelde que terminará por derrocar al Imperio.
Skeen, el rebelde contra rebelde.
En toda revolución pueden aparecer advenedizos que les da lo mismo una cosa que la otra. En este caso tenemos a Skeen, quien parecer apoyar la revuelta pero en el fondo le da igual todo. Es el caso radicalmente opuesto al de Nemik. Sólo quiere sobrevivir. Es el paradigma de lumpen que aprovechará cualquier recoveco para sacar tajada. Apoyará la rebelión mientras pueda ganar. Pero cuando la cosa se tuerza…
Cárceles que disciplinan los cuerpos
La productividad de hacer competir a unos presos con otros es una magnífica forma de trabajo para los intereses de la maquinaria imperial. En el arco de la cárcel podemos ver un ejemplo perfecto del panóptico descrito por Jeremy Bentham y Michel Foucault: un tipo de prisión donde los internos pueden ser vigilados en cualquier momento, obligándoles a internalizar en su comportamiento diario la sumisión a las reglas que impone la cárcel. Esto es mostrado en Andor con la perfecta mezcla entre un dispositivo que disciplina cuerpos (ir descalzos y en turnos perfectamente milimetrados bajo la pena de morir achicharrado) y mentes (contando con manijeros entre los propios internos, como el preso capataz interpretado por Andy Serkis) y la sociedad del cansancio de Byun Chul Han.
Se genera la ficción de que si trabajan lo suficiente saldrán habiendo cumplido condena en unas condiciones mejores que las de otros presos. Sin embargo, se descubre que cuando les liberan simplemente se los llevan a otra prisión para seguir trabajando. Los presos son, de facto, mano de obra esclava que hace girar la rueda del sistema económico que sostiene la dictadura imperial.
Recordemos la reflexión de Schindler en La Lista de Schindler. Empresarios que se beneficiaron de la mano de obra esclava que el III Reich les suministraba. La relación simbiótica entre la tiranía política, ideológica y la económica.
Bel y la obligación de tomar partido
En un momento dado Mom Mothma le pregunta a su prima Bel: «¿Qué hemos hecho?»
«Hemos elegido bando. Vamos a luchar por la luz»
Esto nos recuerda la frase de Antonio Gramsci «la vida significa tomar partido. Soy partisano. Por eso odio a quien no toma parte. Odio a los indiferentes».
Saw Guerrera, el extremista
Como vimos en Rogue One, habrá elementos extremistas con los que habrá que aliarse por una causa mayor. Los fines no serán los deseados, pero la disciplina y medios son un gran activo para la rebelión. Recordemos la reflexión de Orwell que, siendo liberal, se unió al POUM al ser las milicias más eficaces y disciplinadas.
Perder un dedo para salvar una mano
El sacrificio de Kreegyr, perder un alfil para tener ventaja en el tablero. Un dilema trágico de los que no tienen solución posible: tienes la oportunidad de salvar a muchas personas, pero eso significará revelar tu ventaja al enemigo y poner en peligro la estrategia a largo plazo. Recordemos la película Resolviendo el Enigma cuando dejaron morir a serie propios aliados para que los nazis no supieran que habían descifrado serie códigos.
La política está llena de este tipo de decisiones sin solución en la que solo cabe elegir el mal menor, pero… ¿mal menor para quién?
La opresión genera resistencia
Cómo diría Foucault, donde se ejerce el poder, se engendra resistencia al poder.
La creciente opresión imperial hace que la gente común tome conciencia, se movilice para proteger su libertad y busca formas de proteger su independencia.
El hombre rebelde
«Nada de esto fue su culpa. El fuego estaba a punto de arder. Él fue la primera chispa del fuego. Dile que sabe lo que necesita saber y que siente lo que necesita sentir. Cuando llegue el día y ambas cosas se unan, será una fuerza imparable a favor del bien.»
El mensaje de su madre que le trasladan a Andor. Del dolor y la reflexión nace la acción y la rebelión. Para pasar del lamento sobre lo mal que van las cosas a la lucha contra la injusticia es preciso tomar conciencia de lo injusto del estado de cosas. Zizek señala que la gente no se moviliza cuando le roban algo, sino cuando frustran sus expectativas vitales. Andor no tenía más perspectiva que escapar, que trampear, que sobrevivir. Y sin embrago, todo lo que le sucede le lleva a hacerse preguntas. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué hemos naturalizado esto?
La literatura y la cultura occidental está llena de personas que se cuestionan su destino y su lugar en el mundo. Desde Aquiles a Ulises, pasando por Anakin Skywalker. Estas son las preguntas que colocan a cada persona en la senda de convertirse en un verdadero rebelde.
La rebeldía original que nace dentro de Andor, como dice su madre, es la chispa que encenderá el fuego de la rebelión. Y sólo la rebelión podrá hacer frente al Imperio.
La muerte como nacimiento
El funeral de Maarva en Ferrix es uno de los momentos más intensos de la serie. Toda la comunidad se reúne para despedir a un miembro destacado. Es un momento de pesadumbre, de tensión, de identidad, donde la música, la ropa y las tradiciones sirven para cohesionar a la gente común de este municipio. Todo, bajo la atenta atención de las autoridades imperiales, que saben que Cassian Andor volverá a despedir a su madre.
Este funeral convertido en manifestación política y protesta nos evoca otros momentos históricos en los que la despedida a una persona eminente que fallece despliega afectos y tensión política.
Podemos pensar en el funeral de Emily Davison, una de las primeras mártires del movimiento sufragista. Esta mujer murió atropellada por el caballo del rey Jorge V en Epson, es uno de los personajes principales de la película Sufragistas. Las feministas británicas pudieron salir a la calle a hacer una demostración de fuerza, mostrando una vez más el poder de la sencillez y la verdad que esconde su lema y su causa: “Votes for Women”.
En Italia el funeral del secretario general del PCI, Enrico Berlinguer, se transformó en una gigantesca explosión de rabia, pena y entusiasmo político.
En el mismo país, el funeral de Peppino Impastato, mártir de la lucha contra la mafia, se convirtió en la primera gran manifestación contra la dominación del crimen organizado en Italia.
Un thriller político galáctico
Andor es probablemente la serie más adulta que se ha hecho sobre el universo Star Wars. Cargada de conflictos políticos y personajes muy bien escritos, nos da una nueva perspectiva sobre lo que supone sobrevivir ante el creciente poder de una dictadura.
Pese a la presencia de aliens y armas láser, supone un aviso para un mundo que está viendo cómo el autoritarismo crece. No sólo del peligro de la concentración de poder, sino que aunque ello pase… la rebelión es posible.