El filósofo de Estagira, fue, cual bruja renacentista, adivino del devenir político de nuestros días donde importa mucho más la actitud que el mensaje, el cómo se dice, que el qué se dice.
Este filósofo, también conocido como Aristóteles analizó en su libro «La Retórica» (un antiguo tratado griego sobre el arte de la persuasión) explicó cuáles eran las características que debía tener un discurso para persuadir al oyente, descubriendo, un peligroso instrumento usado por los Sofistas y que trajo consigo la decadencia de la polis griega.
Retórica y discurso en Aristóteles: Ethos, Pathos y Logos en tiempos de Twitter
Tres son las características que debe ostentar un discurso: en primer lugar, credibilidad (ethos), en segundo lugar, la psicología de los oyentes (pathos) y por último lugar, el razonamiento (logos).
Hoy en día, en un contexto en el que la sociedad de la información y la masificación impera en nuestros televisores, en nuestras conversaciones, en las redes sociales y en la que se busca un titular más llamativo que certero, se pone en peligro inminente el uso del «logos» del «ethos» mientras que la sociedad se abraza al «pathos».
Vayamos pues a ejemplos concretos que nos sirvan de ilustración.
La Sociedad del tweet, donde se asienta cátedra por individuos de al menos dudosa autoridad, que son animados por miles o millones de RT hasta que consiguen convertirse en trendings. El problema es que, al día siguiente, los pocos caracteres que sirvieron para encender la red acaban apangándose porque ya no es de simple actualidad.
Ello, no es per sé negativo, pero si se puede convertir en un instrumento peligroso para la creación de bulos o de opiniones desinformadas que traen consigo un cambio en el panorama político.
Estrategias políticas basadas en el Pathos
Este contexto de sociedad puede servirnos para analizar la actuación de las estrategias políticas basadas en el pathos que se sostienen en las siguientes premisas, de las cuales expondré algunos ejemplos:
- Apelación directa al votante: “el inmigrante te quita el trabajo” o “España nos roba” (algunas de las frases más repetidas en el 2018 en el panorama político).
- Sentimiento de identificación en el votante: “no veo personas de izquierdas o derechas, veo españoles” (apela a la identificación de 45 Millones de personas con el discurso).
- Soluciones sencillas a problemas complejos: “la solución de la crisis económica es salir de la UE” (las crisis económicas han sido tratadas por postulados socialistas y liberales durante un siglo sin tener clara una única solución).
- Uso de los símbolos comunes: como la bandera del Reino Unido, EEUU, Francia o Hungría (¿Hay algún ciudadano que no se sienta identificado con un símbolo común?).
Todo ello se fragua a partir de un discurso a fuego lento, que va minando y consiguiendo el enfrentamiento entre sociedades.
Esta estrategia ha llevado a Donald Trump (America First) a la Casa Blanca, a Farage (Precursor del Brexit y líder de UKIP) a vencer en el referéndum, a Carles Puigdemont (Líder de Junts pel Sí) a llevar a cabo una fractura de la sociedad catalana o a Santiago Abascal (La conquista comienza por el sur) a cosechar en VOX un resultado inimaginable en los días de los previos a los comicios andaluces.
La sociedad necesita pues un filtro para distinguir entre información sesgada y mera información, para poder debatir de forma muchísimo más sana y constructiva que sirva para buscar soluciones antes de enfrentar por ideología.
La importancia del Fact-Checking para contrastar noticias y bulos de internet
Para ello, ya existen mecanismos, que pueden prevenirnos de opiniones tales como «los inmigrantes son el problema», «la ley de violencia de género discrimina al hombre», «ni machismo ni feminismo, igualdad», «hay que defender la unidad de España», «nacionalizar empresas es bueno», «no al rescate bancario» …
Estos mecanismos son los conocidos como Fact Checking o verificación de hechos, en virtud del cual es un experto en la materia, de forma independiente, el que analiza científicamente una afirmación de un discurso para poder analizar si es “True o False” (Verdadera o falsa) y por qué.
Este mecanismo ya está siendo usado por diversos medios y parece ser la última esperanza para que el logos y el ethos salven a la sociedad del pathos.
Dejo algunos ejemplos ilustrativos:
– Por «The New York Times»
– Por «Fact Check»: (Proyecto de la universidad de Pensilvania)
– Por «La Sexta TV»
Para concluir, me gustaría recalcar el papel de la ciudadanía, la necesidad de una ciudadanía responsable que se informa con un carácter crítico, que sepa identificar al experto, que escuche y reflexione, algo absolutamente necesario en los tiempos más adversos.
Escrito por Isaac Tejada.