Toga de cristal

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No es nuevo el término justicia patriarcal, tenemos muchos ejemplos de ella: denuncias archivadas que acaban en asesinato, medidas que no protegen a la víctima, etc… pero hoy no voy a escribir sobre eso, sino sobre la justicia patriarcal entendida de manera literal, del Poder Judicial patriarcal.

Cada septiembre, se celebra una ceremonia solemne donde se abre el nuevo año judicial.

Y cada septiembre se repite la misma foto,y no lo digo sólo porque se haga todos los años como una tradición, sino porque año tras año la foto parece ser la misma: hombres que mandan vestidos de negro.

Existen personas y estudios que cuestionan que exista el techo de cristal, aquí no voy a cuestionarlo, ni tampoco puedo afirmar categóricamente que ocurra en absolutamente todos los lugares pero si hay un algún sitio donde no se puede cuestionar y sí que se puede afirmar que existan barreras invisibles que limitan el ascenso de mujeres a puestos de responsabilidad es el poder judicial español.

¿Hay alguna explicación lógica para esto?

El argumento más esgrimido para intentar justificar lo injustificable viene a decir lo siguiente: no hay aún mujeres porque las mujeres accedimos tarde a la educación y al mercado laboral, entonces los hombres tienen más experiencia y, objetivamente, están mejores preparados.

Efectivamente, las mujeres accedimos más tarde a la educación y al mercado laboral pero ¿la conclusión es cierta?.

Difícilmente puede serlo, la primera mujer que accedió a la carrera judicial lo hizo en 1977, algo más de 30 años han pasado. Desde entonces, hombres y mujeres han accedido a través del mismo sistema de oposición y lo cierto es que a día de hoy, las mujeres son el 52’7 % de la carrera judicial, es decir, la mayoría.

Entonces, ¿qué pasa?

Las mujeres son mayoría cuando se trata de capacidad en exámenes objetivos, sin embargo, en cargos de libre designación y discrecionales, los hombres son mayoría.

Lo mejor es que ni siquiera se molestan en disimular. El Tribunal Supremo dictaminó que no se vulneraron los derechos fundamentales (uno de los magistrados realizó un voto particular diciendo que efectivamente había discriminación por razón de sexo) de la jueza Angels Vivas cuando optó al cargo de presidenta de la Audiencia Provincial de Barcelona. La magistrada alegó que se la discriminó por su ideología (estaba a favor de realizar una consulta sobre la independencia catalana, opinión que otros jueces también tenían) y por su sexo.

Esta clase de elecciones deben hacerse siguiendo los principios de mérito y capacidad así que veamos:

  • Àngels Vivas tenía una antigüedad de 33 años de ejercicio activo y estaba en el puesto 159 del escalafón de la carrera judicial. Llevaba 25 años trabajando como magistrada de órganos colegiados, siendo este una de las capacidades que se valoran para presidir una Audiencia.
  • Antonio Recio contaba con una antigüedad de 25 años y se encontraba en el número 1.359 del escalafón. Y en cuanto a la antigüedad en órganos colegiados llevaba sólo 10 años.

Entonces, ¿qué pasa?

El Tribunal Supremo cuenta con un 12’8% de mujeres. Y no sólo son minoría sino que todas las salas jurisdiccionales están presididas por un hombre.

Los magistrados de este Tribunal son elegidos por el Consejo General del Poder Judicial siguiendo, supuestamente y como ya comentaba anteriormente, los principios de mérito y capacidad.

También eligen a los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las comunidades autónomas y, no sorprende, que de 17 tribunales superiores únicamente sólo haya una mujer presidenta.

Y si vamos un poco más abajo en la pirámide, nos encontramos que en las Audiencias Provinciales sólo 9 mujeres presiden frente a 41 hombres.

Entonces, ¿qué pasa?

La cúpula del Poder Judicial sigue siendo una asignatura pendiente en España, una institución donde la igualdad brilla por su ausencia.

Todas las instituciones desde que nació la democracia han sido presididas por mujeres al menos una vez, todas menos las Presidencia del Gobierno y la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo (ambos cargos los acumula una misma persona) que siempre la ha tenido un hombre desde hace 37 años que nació el órgano de mando de los jueces.

Aún queda mucho por hacer dentro de la Justicia (4), sin embargo parece que soplan vientos de cambio…
¿veremos pronto a una mujer que manda vestida de negro?

Bibliografía

http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/Consejo-General-del-Poder-Judicial/Actividad-del-CGPJ/Memorias/Memoria-anual-2017–correspondiente-al-ejercicio-2016-

por Sarah Salas.

Córdoba. Estudiante de Derecho, formadora en debate, oratoria y comunicación. Hago voluntariado. Escribo sobre feminismo, colectivos minoritarios y discriminación.