10 libros y 5 películas para el Kit de Diputado

Los recién elegidos diputados recibían de manos del Congreso un maletín vintage vacío. Es una pena que no estuviera acompañado de algunos elementos fundamentales (no hablamos de la edición especial de Frozen para iPad)  como son los siguientes libros y películas que pueden darles claridad en su tormenta parlamentaria:

Maletines vintage para los nuevos
  1. The Art of Political Manipulation (Riker, 1986). Es un clásico en el estudio de cómo la política puede persuadir el pensamiento social. Está editado solo en inglés, lo sentimos sus Señorías. Riker es uno de los mejores politólogos especializados en las coaliciones democráticas y el funcionamiento aplicado de la Teoría de Juegos en la mecánica política, algo imprescindible para estos tiempos inciertos.
  2. Pac2x1: El disputado voto del señor Cayo (Delibes, 1978), película y libro. No solo es que nos encante la autenticidad de Delibes para reflejar la España real y que Galiardo nos enamore con su interpretación cinematográfica, sino que el relato nos sirve de perfecta aplicación. La novela y su película homónima nos recuerdan el valor de la sabiduría popular, la importancia de una España profunda que a veces es relativizada por los urbanitas de las cúpulas políticas y su protagonistas, Rafael, un joven diputado socialista nos suena similar a tantos diputados nuevos e ilusionados que han entrado en el Parlamento tras el 20D.
  3. Periodismo político (Enguix, 2015). Esta reciente pero no por ello menos importante obra que edita Aldea Global, nos acerca a las rutinas propias, costumbres y especificidades del periodismo político con el que los nuevos parlamentarios deberán enfrentarse día a día. Además, la comunicación política que en estos días de política 3.0 lo es casi todo, pasa por saber gestionar los mensajes exteriores que canalizarán a la ciudadanía la prensa política.
  4. Las 48 leyes del poder (Greene, 1998). No es fácil condensar miles de años de poder, grandilocuencia y figuras políticas. Sin embargo, el californiano Greene, es capaz de condensar en 48 leyes una serie de principios generales que mueven al mundo y que servirán como consejos de manera clara para todo aquel que pretenda asentarse en el poder. La Ley 48 les será de gran utilidad, créanme.
  5. Diplomacia (Kissinger, 1994). Tremendamente controvertido pero apasionante, este libro descubre el arte de lo políticamente correcto, la diplomacia contemporánea y sus necesidades para progresar en el ámbito público.
  6. Historia del poder político en España (Villacañas Berlanga, 2014). Cualquier parlamentario debería conocer el devenir del pensamiento político de su país, en tanto que el determinismo sobre el presente muchas veces es aplastante. Echar la vista atrás para poder seguir avanzando y, en definitiva, para tener una mínima base.
  7. La cultura de la corrupción (Gil Villa, 2008). Para prevenir algo, hay que conocerlo. En esta ya consagrada obra el autor de otras grandes obras como La exclusión social (2002, Ariel) nos describe las íntimas causas y comportamientos de la corrupción sistémica.
  8. Ciudad del sol (Campanella, 1602). Con un dialogo permanente este clásico nos acerca a la necesidad de crear un nuevo orden social, político y religioso. Es una época fundamental en épocas de cambio, además de ser una joya desde el punto de vista narrativo.
  9. Cambio social (Nisbet, 1993). Una obra básica para cualquier científico social, también debería serlo para cualquier persona con voluntad de transforma su realidad.
  10. Memorias de un beduino (Labordeta, 2009).Tal vez uno de los diputados más auténticos que nos ha dejado la Democracia ha sido el inconfundible José Antonio Labordeta, diputado aragonés de la Chunta. En este ameno fragmento recuerda su paso por los pasillo del Congreso, a veces, demasiado cargados de falsedad y cómo un hombre sencillo se adaptó entre diplomacia y alfombras elegantes.
El gran Paco Rabal en El disputado voto del Sr. Cayo (1986)

Después de esta buena ronda de lecturas que les amenizarán los debates sobre el Estado de la Nación, también es momento de cine, el séptimo arte y sus relaciones con el mundo de la política son siempre profundas:

  1. El candidato (Ritchie, 1972). La tranquilidad que da no tener posibilidades en política de convierte en un idealista incombustible. Nixon y los convulsos años 70 en EEUU nos dejan una obra maestra del cine, con el excelente guión de Jeremy Larner.  Por cierto: Robert Redford, nunca decepciona.
  2. El diputado (Eloy de la Iglesia, 1978). Es una obra muchas veces olvidada del cine español pero completamente pertinente para tratar muchos de las pasiones ocultas de la política y el yugo de la opinión pública sobre los representantes, obligados a una permanente corrección. José Sacristán hace un gran papel y nos muestra las intrigas políticas que superan la confrontación de ideas para atacarte en lo personal. Queridos diputados y diputadas, ¡estén atentos!
  3. Todos los hombres del presidente (Pakula, 1976). Esta lista estaría incompleta sin esta película que protagonizan, de nuevo, Robert Redford y el gran Dustin Hoffman. Tal vez pueda parecer repetitivo, pero la España de nuestros días no se aleja tanto de la perversión moral de la “Adminsitración Nixon”. Cada semana tenemos nuestro propio “Watergate”.
  4. In the loop (Lannucci, 2009). De nuevo, si la comunicación falla en política tienes un grave problema. Tu capacidad para convencer sobre una idea será fundamental en el desarrollo de tu carrera política. Esta producción de BBC Films te dará un decálogo de los errores que nunca deberás cometer.
  5. La pelota vasca, la piel contra piedra (Medem, 2003). Afortunadamente, Euskadi ha dejado de ser noticia por la barbaridad terrorista pero este documental constituye una de las mejores reflexiones sobre el sentimiento nacionalista e identitario de las periferias españolas que jamás se haya hecho. Si eres capaz de lograr un estadio de abstracción para conseguir dibujar líneas generales que expliquen ciertos comportamientos, lograrás grandes enseñanzas.

 

Todo lo interesante de la vida tiene que tener obligatoriamente arte. La política no podía ser menos.

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por José Miguel Rojo.

Murcia (1997). Estudiante de Ciencia Política y Gestión Pública en la UM. Formador de argumentación, oratoria y debate. Secretario del Club de Debate UM. Apasionado de la comunicación política, el comportamiento electoral, las metodologías de investigación y la teoría discursiva. Compagino mis estudios con la representación estudiantil y las labores de colaboración con diversos grupos políticos municipales. Pequeño núcleo irradiador que se mueve entre el Derecho Administrativo y el populismo, viendo mucho cine y estando muy enamorado de mi tierra.