Huelga feminista del 8 de marzo: parar para cambiarlo todo

La huelga feminista del 8 de marzo. La huelga feminista del 8 de marzo.

Una vez mi madre me dijo que si las amas de casa se negaran a continuar con el trabajo doméstico todas a la vez, cambiaría el mundo. No serían los grandes discursos ni las pancartas, sino los platos acumulándose en el fregadero y las ollas vacías las que llamarían la atención a los hombres. Los gritos de los Manolos exigiendo su comida no tendrían ningún efecto y los platos seguirían vacíos, porque la comida no se hace por arte de magia. Tampoco la compra. Ni el cuidado de menores, personas enfermas y mayores. Ni siquiera se dictan solas las sentencias de los tribunales, sector con mayoría femenina, ni funcionan de manera automática servicios públicos básicos como la Sanidad y la Educación, donde más del 60% del personal está formado por mujeres.

Mamá, tenías toda la razón. Siempre la has tenido.

Hoy 8 de marzo, Día de la Mujer, se celebra por primera vez una huelga de cuidados, laboral, educativa y de consumo. Las mujeres son la mitad de la población mundial pero no la mitad de la población en cuanto a presencia en los despachos y en los espacios de decisión. El patriarcado -del que todos formamos parte- ha invisibilizado esta presencia y legislado, controlado y hecho propaganda para mantener así la situación. Ante la negación de su presencia, las mujeres han cambiado de estrategia: su arma hoy será la ausencia.

Estamos tan acostumbrados a que estén ahí, limpiando habitaciones, cuidándonos, aguantando nuestras salidas de tono, renunciando a sus vidas profesionales en favor de las nuestras que quizás hoy algo cambie. Ver sus escritorios y sillas vacías, los guantes y delantales colgados y -como decía mi madre- los platos sucios acumulándose, quizás sea lo que necesitábamos muchos para darnos cuenta de cuánto les debemos, cuánto más se merecen y, reconozcámoslo, que no somos tan capaces y meritocráticos como creíamos.

¿Por qué un Día de la Mujer y no un Día del Hombre? Porque, dejando de lado que ya existe, si lo pensamos, todos los días son Días del Hombre. Ganamos más, mandamos más y se nos escucha más. Por eso, la mitad de la población de 40 países hoy dejará lo que hace cada día para que esto sea un antes y un después: mañana no volverá a ser como ayer. El cambio está en marcha.

Por si no ha quedado claro, Cámara Cívica apoya la huelga feminista del 8 de marzo en todas sus facetas: la huelga laboral, educativa, de consumo y de cuidados. Aunque es tradición que los editoriales sean redactados por miembros del grupo motor, hemos ofrecido a nuestra compañera Mercedes Serrato a que firmara el editorial de hoy, como forma de visibilizar el trabajo que hacen nuestras compañeras y en atención a su intenso trabajo señalando y desmontando dinámicas patriarcales de nuestra organización. Sin embargo, ha declinado la oferta por el siguiente motivo: parar y ausentarse el 8 de marzo no tiene sentido si te obliga a trabajar el doble los días anteriores. Como no tiene sentido matarse a cocinar el 7 de marzo para que el marido coma el 8 sin esforzarse, tampoco lo tendría esto. Antes bien, esto nos obliga a nosotros a valorar aún más su trabajo y a responsabilizarnos de esta web mientras ellas están de huelga.

Mientras ellas están en el frente, nosotros nos hacemos cargo de la trinchera.

Cámara Cívica os desea un feliz 8 de marzo de lucha y reflexión. Esta lucha la encabezáis vosotras, pero es la de tod@s. Gracias compañeras. Gracias amigas. Gracias hermanas. Gracias maestras.

Gracias mamá.

 

EXTRA

-PODCAST: Introducción al pensamiento feminista con la politóloga Elena Cayeiro.

-PODCAST: Las nuevas olas del feminismo, con Elena Cayeiro.

-El movimiento feminista en Japón. Por Cecilia Mariscal.

-Qué puedes aprender del feminismo si eres hombre.