Tras hacer un breve repaso por las principales propuestas económicas de los partidos pujantes en el arco parlamentario, es momento de analizar las medidas que implementaría un hipotético Gobierno presidido por Albert Rivera, líder de C’s.
Tras un par de lecturas, puedo afirmar que es una memoria económica escueta aunque bien explicada, de la sobresalen los siguientes puntos:
- Aumento de la plantilla de la administración de justicia y la supresión de duplicidades. Son dos lastres que tiene este país que tienen no pocas consecuencias. La elefantiásica administración pública es un sistema creado por y para derrochar recursos de los ciudadanos, por lo que pensar en reducir su tamaño parece a priori una medida acertada. Del mismo modo, la lentitud de la justicia hace que los costes de transacción (los costes que tienen que pagar los ciudadanos por ejercer el intercambio económico) se incrementen exponencialmente. Una mejor asignación de recursos en la administración de justicia puede ayudar a reducirlos, y por lo tanto a que la economía española gane en términos de eficiencia.
- Introducción de criterios de competencia en el sector energético. A día de hoy, la factura de la luz que paga un ciudadano medio está compuesta en más de un 40% por impuestos, trabas, subvenciones y moratorias. Del mismo modo ocurre con el petróleo, cuyo importe fiscal asciende en torno al 50% del precio real. Es pues el mercado de la energía un mercado altamente intervenido y oligopolizado por unas empresas privilegiadas por el sector público que hacen que el coste de nuestra energía sea muy superior al que podría ser en un mercado liberalizado. En esta línea parece Ciudadanos sondear el problema, hablando en el programa de forma más o menos contundente de la necesidad de introducir mecanismos de competencia en el mercado.
- Un complemento salarial garantizado. Es lo que se suele denominar un impuesto negativo a la renta. El funcionamiento de este complemento es exactamente el inverso al de los impuestos convencionales: en vez de pagar impuestos, recibes transferencias en forma de subvenciones. Propone Ciudadanos que sea pagado a las rentas más bajas, para asegurarles un salario digno e incentivar el consumo. Creo que este es el principal punto flaco del programa. No podemos olvidar una cuestión elemental: el crecimiento de la producción real viene determinada en última instancia por el nivel de productividad de los factores de producción. Es decir, una economía es más o menos rica en función de cuántos bienes y servicios se intercambien, y si los recursos que producen esos bienes y servicios son capaces de generar cada vez más y más, el nivel de prosperidad material irá aumentando. El trabajo que realiza una persona es considerado un factor de producción más junto al capital y los recursos naturales. Como factor de producción humano, es necesario que sea productivo si queremos generar cotas mayores de bienestar social. Con la medida propuesta por Cs se rompe directamente con la lógica de la productividad, pues es el incentivo perfecto para no ser productivo al tener el respaldo del Estado que complementará dicha ausencia. Es una medida contraproducente para el conjunto de la economía. Los empresarios no se verán incentivados a pagar más a sus trabajadores ni los trabajadores se verán incentivados a ser más productivos.
¿Quiere decir esto que haya que dejar a la gente morir de hambre? En absoluto. Únicamente no es la medida adecuada. Los salarios reales suben por el aumento de la productividad en la economía, y hay muchos más mecanismos públicos para asegurar el bienestar material mínimo a las personas más necesitadas.
Así, el escenario macroeconómico que prevé el equipo económico de Ciudadanos es que, una vez aplicadas estas reformas, el PIB podrá aumentar hasta un 0,6% más de las previsiones del Gobierno hasta 2019 (2,5%), alcanzando una tasa de crecimiento real del PIB del 3,1%. Crecimiento económico que permitirá crear 2,5 millones de puestos de trabajo y que traerá consigo un aumento de la recaudación de más de 10.000 millones de euros (un 21% más de lo previsto por el gobierno de Rajoy). Son números a mi juicio demasiado optimistas. El crecimiento económico es frágil, muy dependiente de la política monetaria llevada a cabo por el BCE (que puede llevarnos a un shock de deuda más pronto que tarde) y del crecimiento de las economías de nuestro entorno.
Con este hipotético escenario, los economistas de C’s afirman que no será posible bajar los impuestos, aunque tampoco los subirán, pues la propia expansión económica los hará insuficientes. No obstante, tienen guardado un As debajo de la manga, afirmando que suprimirán deducciones al Impuesto de Sociedades. Otra medida que podrá desincentivar el ahorro y la poca inversión privada en I+D+I, y que supondrá de facto un incremento de los impuestos a miles de empresas de nuestro país.
Confían también en poder recaudar unos 20.000 millones en concepto de lucha contra el fraude fiscal, una cifra también optimista y que debe ser tomada con cautela, pues los ingresos derivados de la lucha contra el fraude fiscal son ingresos extraordinarios.
Es el programa de C’s un catálogo de medidas con propuestas interesantes, pero con algunas pifias que pueden tener consecuencias muy negativas para el conjunto de la economía.
Esperemos que gobierne quien gobierne, esté acertado en sus decisiones y sepa levantar el desaguisado en el que aun nos encontramos.