Del 2 al 4 de abril se ha celebrado en la ciudad de Sevilla la decimonovena edición de la Cumbre Mundial del Turismo, un evento llevado a cabo por las mayores empresas de turismo y viajes, que ha contado también con la presencia de ex jefes de Estado y actuales presidentes de Gobierno respectivamente. Una cita ineludible para observar como evolucionará el turismo en los próximos años.
El Presidente del Consejo de Turismo y Viajes, Christopher Nasseta, ha estimado que el sector turístico aporta en estos momentos al PIB mundial un 10,4 %. La celebración de la cumbre no solo ha dado lugar para este dato, sino que también se prevé una inversión de 2.700 millones de euros en España en torno al ámbito turístico.
La organización de este evento en la capital hispalense supone también el espaldarazo a la ciudad como lugar paradigmático del turismo en España, pero también supondrá en el terreno económico alejar el miedo de una posible crisis económica.
Digamos que la Cumbre Mundial del Turismo se organiza en España bajo un concepto que muchas veces pasa desapercibido para explicar el porqué de un tipo de trabajo u otro, de porqué el sector industrial en España seguirá de capa caída o porqué el turismo será una fuente de oportunidades laborales en la capital andaluza.
¿Qué es la sociedad posindustrial?
Ese concepto no es otro que el de sociedad posindustrial. Un término acuñado por los sociólogos Alain Touraine y Daniel Bell en la segunda mitad del siglo XX, tras la crisis del petróleo de 1973. Las características de la sociedad posindustrial son las siguientes:
- Un aumento del sector servicios, en detrimento del sector industrial.
- La creatividad, la información y el conocimiento son los nuevos ejes del motor económico de un Estado.
- Los factores clave de la ciencia y la innovación tecnológica contribuyen a la creciente importancia de las ocupaciones de técnicos y profesionales.
- Surgimiento de un colectivo de trabajadores con poca cualificación en el sector de los servicios.
Por lo tanto, observamos como el desarrollo de la sociedad posindustrial ha traído consigo el desarrollo exponencial del turismo en el mundo en general y en España en particular, dando lugar también a la transformación de las ciudades, originando una gentrificación de estas que será imparable porque será fuente de desarrollo económico.
Las consecuencias de la turistificación de las ciudades
Luego se origina un proceso lógico en el cual, la sociedad posindustrial ha propiciado que el turismo en Sevilla haya puesto en marcha la gentrificación de la ciudad, dando lugar a que el casco histórico y sus barrios adyacentes sirvan de escaparate y proyección internacional. Haciendo crecer, por otro lado, la zonas residenciales de la periferia.
Esto tiene múltiples efectos en la evolución de la ciudad.
- Puestos de trabajo temporales y con poco valor añadido.
- Encarecimiento de la vivienda de las zonas céntricas.
- Aumento de trabajadores outsiders.
- Fuente de inversión exterior.
- Puesta en marcha de centros comerciales en detrimento del comercio de proximidad.
Por consiguiente, seguirá aflorando el trabajo precario y el trabajo más estable, siendo esta dualidad un rasgo común en los regímenes del bienestar mediterráneos. El trabajo estable vinculado a los profesionales técnicos que realizan una labor cualificada y no manual. Y por otra parte, el trabajo poco estable vinculado a realización de una tarea poco cualificada y manual
En conclusión, podríamos prever que esa inversión millonaria anunciada como gran eslogan de la cumbre no será percibida en todos los estratos de la sociedad que facilite la cohesión de esta. Seguirá aflorando el trabajo precario y el trabajo más estable, siendo esta dualidad un rasgo común en los regímenes del bienestar mediterráneos.