Juicios mediáticos: La nueva guillotina del siglo XXI

Como buena fan del salseo y del entretenimiento, me declaro una seguidora más del juicio de Johnny Depp y Amber Heard. Este juicio viral no solo ha hecho que yo sea una espectadora “fiel”, sino que miles e incluso millones de personas permanecieron atentas y constantes a todo lo que sucedía estas semanas en el Tribunal de Circuito del condado de Fairfax, Virginia (Estados Unidos). Para quien no sepa muy bien qué paso, hago una pequeña introducción.

Escrito por Marta Acebedo.

Depp y Heard: Boda y divorcio

La historia de estos personajes públicos se remonta en el rodaje de la película de The rum diaries, donde ambos actores se conocieron y empezaron lo que sería una “historia de amor” (algo desastrosa como se puede comprobar) en el año 2012.

No sería hasta 2014 cuanto esta pareja se comprometía, siendo en el año 2015 la celebración de su matrimonio en la isla privada de Johnny Depp.

Pero no todo es lo que aparenta ser, pues 15 meses después de su enlace, esta pareja hacía un comunicado anunciando el fin de su matrimonio, junto a la acusación por parte de Amber Heard sobre maltrato y su debida orden de alejamiento hacia Johnny Depp.

Si tuviese que describir esta relación sería corta, pero intensa, aunque eso de corta es “relativo” ya que en 2022 siguen entre juicios y demandas varias.

A juicio

Dichas demandas y acusaciones se inician una vez pedido el divorcio donde, tras llegar a un acuerdo de 7 millones de dólares, Amber Heard retiraría dicha orden de alejamiento.

Posteriormente continuarían en 2018 tras la publicación de un artículo donde Amber Heard hablaba sobre la violencia sexual y su experiencia en el “The Washington Post”. Esta actriz se declaraba propulsora del movimiento #metoo junto a estas palabras:

“Dos años atrás me convertí en la representante de la violencia doméstica y sentí toda la fuerza de la ira de nuestra cultura por las mujeres que hablan”.

En su artículo la actriz “indirectamente” acusaba a Johnny de estos abusos, poniendo así en el punto de mira al actor y condenándolo a la cancelación de muchos de sus trabajos como Piratas del Caribe o Animales Fantásticos.

Como es lógico Jonny Depp no queda al margen de estos hechos por lo que responde con una demanda a su ex de un valor de 50 millones de dólares por difamación, a lo que Amber Heard respondió con una contrademanda de 100 millones por difamación.

Este pasado 1 de junio se ponía fin a este apasionante juicio lleno de salseo, tik toks y twits. La sentencia final contaba con la difamación mutua de dichos actores donde Amber difamó al actor Johnny Depp con la publicación del artículo del “The Washington Post” y por lo tanto deberá pagarle un total de 15 millones y, por otro lado, y tras cometer el mismo delito que su ex, Johnny Depp deberá de pagarle 2 millones a Amber Heard.

Cosas que aprendí durante este juicio mediático

Si algo he podido aprender en este juicio es el poder y el peso que tiene la opinión pública sobre la potestad de convertirse en jueces sin toga ni martillo. Cuando comencé a seguir el juicio he de decir que fue por puro salseo para ver qué pasaba, qué decían y poder opinar, lo que no sabía al involucrarme en este es la capacidad que tienen algunos de dictar sentencia sin que el propio juez lo haga.

Siempre me había preguntado el porqué del aislamiento del jurado, se pueden pasar semanas e incluso meses sin tener contacto más que con ellos mismos, así como la no conexión ni exposición a medios, redes, etc. Después de vivir casi día a día este juicio. Lo entendí.

Los jueces no son los únicos que dictan sentencia ya que hay un juicio paralelo a este proceso judicial, conocido como juicios mediáticos. Al hablar de la presunción de inocencia en juicios mediáticos o paralelos, se hace referencia a la presunción de inocencia como una garantía de que los medios deben respetar al acusado al no haberse dictado aún sentencia y que por ello al dirigirse las autoridades, estas, no hagan referencia a los sospechosos o acusados como culpables sin una aprobación con arreglo a la ley de la culpabilidad de los mismos.

Fue sorprendente ver cómo la presunción de inocencia de los acusados es dinamitada por acusaciones públicas sin pruebas concluyentes tal y como sucedía en el transcurso de este juicio.

En ese tiempo, se pudieron leer titulares como:

  • “Amber Heard arruinó ‘Piratas del Caribe’ y nunca se enamoró de Elon Musk, según su antiguo agente”(La Vanguardia)
  • ”La sentencia de maltrato contra Johnny Depp ya es firme”(El país)
  • “Chris Rock sobre el juicio por difamación de Johnny Depp: “Créanle a todas las mujeres, excepto a Amber Heard”(El diario)
  • ”Johnny Depp gana el juicio por difamación contra su exesposa Amber Heard“ (The Epoch Times en español),
  • ”Amber Heard condenada por difamar a Johnny Depp” (Diario16).

Lo que queda claro tras estos titulares es la inclinación hacia un claro favorito, Johnny Depp y un claro desprestigio hacia la figura de Amber Heard.

Los juicios mediáticos pueden estar más o menos encaminados hacia una sentencia justa (en este caso iban bien encaminados en relación al veredicto) pero cabe destacar que pese a dictar sentencia de difamación mutua, muchos de los medios asumen como titulares la victoria de Johnny y la derrota de Amber, cuando ambos fueron responsables por difamación.

Estos actores concluían el juicio paralelo con estas palabras en redes:

Johnny Depp:

“Hace seis años, mi vida, la vida de mis hijos, la vida de aquellos cercanos a mí, las vidas de la gente que, por muchos años, me han apoyado y creído en mí cambió.

Todo en un abrir y cerrar de ojos.

Falsas, pero muy serias acusaciones criminales fueron adjudicadas a mí en los medios, llevando a un sin fin de contenido de odio, aunque ningún cargo real caía sobre mí. Todo había dado la vuelta al mundo dos veces en nanosegundos y llegó con un impacto sísmico contra mi vida y mi carrera.

Seis días después, el jurado me ha devuelto la vida. Estoy realmente agradecido.

Mis razones para perseguir este caso, sabiendo muy bien el peso de las argucias legales a las que me enfrentaría y el inevitable espectáculo a nivel mundial sobre mi vida fue hecho tras una profunda meditación.

Desde el principio, el objetivo de este caso era revelar la verdad, fuese cual fuese el resultado. Decir la verdad era algo que le debía a mis hijos y a todos aquellos que han permanecido junto a mi apoyándome. Me siento en paz sabiendo que finalmente he logrado eso.”

Amber Heard:

“La decepción que siento hoy no tiene palabras. Tengo el corazón roto porque la montaña de evidencias no haya sido suficiente para pararse ante el desproporcionado poder e influencia de mi exmarido. Estoy aún más decepcionada por lo que significa este veredicto para otras mujeres. Es un paso atrás. Es un paso atrás para la mujer que quiere hablar y es públicamente humillada. Es un paso atrás para que la violencia contra las mujeres se tome en serio.

Creo que los abogados de Johnny lograron que el jurado pasara por alto el tema clave de la libertad de expresión e ignorasen las evidencias que eran tan concluyentes que ganamos en Reino Unido. Estoy triste por haber perdido este caso. Pero estoy aún más triste porque parece que he perdido el derecho que pensaba que tenía como americana: el derecho de hablar libre y abiertamente”.

Conclusiones

Los medios de comunicación son una herramienta necesaria para cualquier democracia, aunque en este caso muestran su peor cara. Son los promotores de cambios en la propia política, la divulgación de información manipulada, hace que los ciudadanos nos veamos con la capacidad suficiente de creernos el juez supremo y quienes presumen de toda la verdad.

Pero la realidad que enmascara este juicio es la crítica hacia la desinformación. Los únicos juicios que deberían de existir se celebran en los juzgados, y si se requiere información sobre un tema se debería de acudir a una fuente de información reconocida, no a cualquier medio o red social.

El riesgo para la democracia con la desinformación es el de convertirse en una herramienta bastante peligrosa que puede contaminar la visión de la realidad.

Así se crean los llamados juicios paralelos, aportando una visión subjetiva de juicios y casos mediáticos con el fin de movilizar la opinión popular hacia una visión concreta que nos interesa. 

Es por ello, que son necesarias nuevas fórmulas que ayuden a la justicia a expresarse a los medios de comunicación, como la creación del juez divulgador. De esta forma, los ciudadanos tendríamos una información mucho más veraz de los asuntos jurídicos.