La expectación internacional por las elecciones de hoy en Francia es máxima, más teniendo en cuenta la incertidumbre inédita que están caracterizando a estos comicios. De los 11 candidatos a la presidencia (9 hombres y 2 mujeres), estamos escuchando hablar de 4 nombres, que son los que se están disputando el pase a la segunda vuelta.
Los principales temas de la campaña están siendo la economía, la Unión Europea y la inmigración. Antes de entrar a analizar las posiciones de los candidatos principales (Fillon, Le Pen, Mélenchon y Macron), conviene aclarar unos matices del sistema electoral francés:
– El sistema electoral de Francia es uninominal mayoritario a dos vueltas. En el hipotético caso de que algún candidato hoy lograra más del 50% de los votos, no se tendría que celebrar una segunda vuelta. Teniendo en cuenta las encuestas, es prácticamente imposible que se dé este escenario.
– Los análisis apuntan a un empate técnico, lo que supondría que el próximo 7 de mayo (segunda vuelta) los franceses tendrían una nueva cita con las urnas para elegir entre los dos candidatos que resulten más votados hoy (primera vuelta).
Por la tradición bipartidista de Francia, se dice que los franceses votan en la primera vuelta con el corazón y en la segunda con la cabeza. Sin embargo, en estos comicios, los dos partidos tradicionales, republicanos y socialistas, han pasado a un segundo plano. A Benoît Hamon, candidato del Partido Socialista, ni está ni se le espera para la segunda vuelta (no tiene ni el apoyo de Hollande).
François Fillon, del Partido Republicano (ubicado en la derecha conservadora), sería el único candidato de un partido tradicional que no se ha descolgado. Se trata de un candidato sacudido por escándalo Penélope, pero que aguanta en la carrera presidencial tras conseguir recientemente una ligera recuperación en su intención de voto. De tendencia liberal, apoya la reducción del gasto público y los impuestos. Respecto de la Unión Europea, aboga por la recuperación de mayor soberanía nacional y se muestra favorable a ejercer un mayor control sobre la inmigración.
Más a su derecha ideológica, se encuentra la archiconocida Marine Le Pen, del Frente Nacional. Se dice que es una de las grandes favoritas para pasar a la segunda vuelta y gran parte de su éxito se debe a su estrategia de desvincularse de la figura de su padre, el extremista Jean Marie Le Pen (fundador del Frente Nacional). Con una propuesta económica proteccionista, defiende la salida de Francia del euro y de la Unión Europea. Sus medidas más polémicas y que despiertan más preocupación se encuentran en el ámbito de la inmigración. Ha expresado abiertamente que quiere “acabar con la inmigración legal e ilegal”. La fusión de este mensaje con el miedo que ha suscitado el terrorismo en Francia en este último tiempo, da lugar al enmarcado que le está permitiendo llegar tan lejos.
La gran revelación de esta campaña es el representante de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. La remontada de Mélenchon de este último mes se debe principalmente a su popularidad alcanzada en los debates televisivos y mítines y a la adopción de un estrategia electoral que ha sabido atraer el interés de los votantes de clases populares más castigados por la crisis. La propuesta de Mélenchon aspira a acabar con el neoliberalismo a partir de un enfoque republicano, ecosocialista y pacifista. En el plano europeo, defiende la renegociación de los tratados europeos para poner fin a la austeridad. En caso de no lograr un acuerdo, Mélenchon ha afirmado que se iniciaría el proceso de salida de la Unión Europea. No le gusta usar el marco izquierda-derecha y está arriesgando esta campaña electoral con un mensaje centrado en la construcción de un proyecto nacional-popular alternativo al del Frente Nacional. La estrategia electoral, fuertemente influenciada por la filósofa Chantal Mouffe, quiere poner el foco de los mensajes en el marco pueblo-oligarquía. Mélenchon, quien fuera Ministro del Partido Socialista, aspira a ser el nuevo abanderado de la izquierda con La Francia Insumisa.
Por último, se encuentra el candidato considerado como favorito para presidente, Emmanuel Macron, del partido En Marche! Macron fue Ministro de Economía con el Partido Socialista, y ahora se autoubica en el espacio centro-liberal. Arropado por el establishment, sus mensajes apelan al espacio retórico del sentido común (recomiendo el libro de Frank Luntz, “La palabra es poder”) y se posiciona en el inocuo mantra de no ser ni de izquierdas ni de derechas. En política económica entiende que hay que revisar los impuestos a empresas y hogares. Por su parte, se muestra favorable a seguir dentro de la Unión Europea y defiende la creación de un presupuesto específico para la Zona Euro, la creación de un Ministerio de la Zona Euro y reforzar el programa Erasmus. Por último, en política migratoria se posiciona a favor de mantener el status quo comunitario.
Los analistas especulan con el pase de Macron y Le Pen a la segunda vuelta, pero no hay que olvidar que los cuatro candidatos están empatados dentro del margen de error de las encuestas. El inesperado ascenso de Mélenchon en este último mes, la ligera recuperación de Fillon y el descenso de Le Pen y Macron en esta última semana, avivan el fuego de la incertidumbre de una historia que no acabará esta noche, sino el próximo 7 de mayo. Desde Cámara Cívica seguiremos informando.