Andrea Levy y la Derecha ‘indie’

Los diferentes estudios sociodemográficos afirman que el voto joven huye de los partidos tradicionales y de las ideologías más conservadoras, condenando al PP a un perfil gris de votante que le impide proyectar una imagen de futuro

El curso de la historia en España hace que ser de derechas no sea especialmente atractivo. A pesar de que muchos españoles lo son, muy pocos tienden a verse frente al espejo como votantes de una derecha cuya transición hacia el liberalismo europeo todavía está pendiente. Este oscurantismo de la derecha, además de proyectarse tradicionalmente con un voto oculto a su favor, puede ser contraproducente para dibujar un proyecto gubernamental de futuro, que como todos los proyectos de mayorías, debe ser interclase e intergeneracional.

Si Podemos, IU y Ciudadanos han encontrado entre los jóvenes el colectivo perfecto para su framing tradicional  –cambio, lo nuevo, frescura, mejoras, transgresión, gente sin corbata––, los partidos tradicionales parecen no conseguir apoyos con su mensaje de seguridad institucional entre un colectivo al que le gusta probar experiencias nuevas. El aprovechamiento de este hecho puede constituir un nuevo clivaje que cree una identidad política de “los jóvenes”, incluso más allá de ideologías, permitiendo al partido que más se identifique con ella superar prejuicios ideológicos y ganar cientos de miles de votos. Aunque la mayoría de la sociedad no se sitúa en esa banda sociológica (18-29 años), hay además una tendencia psicológica a ser joven, lo que haría que tu voto se convirtiera en un hábito más para no ser un cuarentón aburrido antiguo admirador de Rosa Díez estilo “el Rancius”.

Cristina Cifuentes, Javier Maroto o muy especialmente Andrea Levy representan esta estrategia de no renuncia a la batalla por el discurso joven que se libra en la política española.

Parece que los encargados de la comunicación política en el Partido Popular se han dado cuenta de su arrinconamiento como partido de la generación pasada e inteligentemente no quieren renunciar a un target (mercado objetivo) que bien empleado puede superar, como anteriormente se ha referido, a las expectativas iniciales puramente cronológicas.

Nombres como Cristina Cifuentes, Javier Maroto o muy especialmente Andrea Levy –encargada de Estudios y Programas de los populares– representan esta estrategia de no renuncia a la batalla por el discurso joven que se libra en la política española. Levy hace gala de una inteligencia estratégica ausente en la derecha española hasta ahora. No consiste este cambio en una nueva posición ideológica o programática, es una mera estrategia discursiva, que consigue convertir en amable un discurso tradicionalmente poco afectivo.

En un momento en el que la contracultura se convierte en cultura de masas y, por tanto, lo mainstream es curiosamente lo “anti”, la derecha se ha sometido a las tendencias populares, conscientes de que en la era tecnológica, la propagación de las corrientes juega en contra de la resistencia conservadora. El proceso de sometimiento del PP a lo mainstream da muestras, por tanto,  de la victoria de la gente en la era tecnológica.

Hay varios hechos que sacan a la superficie esta nueva estrategia de los populares, encarnada en Andrea Levy, para dejar de ser el partido de tecnócratas grises que escuchan a Raphael:

– Los hipster, las ballenas y un malagueño pelirrojo.

El PP creó un video electoral para las Generales del 20D en el que quiso demostrar la variedad de perfiles que sustentaban sus apoyos electorales (discurso que pretende crear realidad más que reflejarla). Manuel, ese hipster gafapasta preocupado por las ballenas rodeado de amigos a los que les gusta Alberto Garzón y los Chikos, confiesa que votará a Rajoy y pide superar los prejuicios. Posteriormente se añade una  interesante frase final  “somos el partido más votado porque nos vota gente muy diferente”. Los datos del CIS parecen contradecir este axioma pues señalan más que esto, la capacidad de Rajoy para atraer sin divisiones el voto mayor, centrista y conservador más que para aunar la diversidad. Sin embargo, este mensaje resulta útil para vislumbrar la estrategia futura del partido: no más especialización, transversalidad. A esto le pone el broche de oro un tweet de Rajoy junto a Javier Martín un malagueño pelirrojo de frondosa barba recién salido de un Starbucks.  Así decía el tweet: “Nos vota gente muy diferente, #TambiénLosHipsters. Confía en el @PPopular, #SinPrejuicios. Por ti. Por todos”

https://www.youtube.com/watch?v=W_VQbsuRXl4

– Los gatos del 26J.

No solo Alberto Garzón puede utilizar los gatos como máquina de guerra electoral. Una tienda de animales y una chica joven que por estar completamente en contra de los perros quiere acumular cientos de gatos permiten que el lema electoral – “a favor” – llegue fácil.  La casa, propia del barrio de Malasaña, llena de gatos parece la metáfora perfecta de un gobierno de Unidos Podemos.

https://www.youtube.com/watch?v=oUIAI2aqRRE

-El himno latino del PP.

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– Andrea Levy, Benicàssim y una camiseta.

Julio es mes de festivales y entre ellos el FIB –que este año contará con Red Hot Chili Peppers–, una cita imperdible para los indies del país. Allí se encontraba Andrea Levy, junto –no revuelta– con Pedro Sánchez. La política catalana se ha declarado una gran admiradora de una música generalmente asociada a los movimientos progresistas como la de Nacho Vegas o La Habitación Roja. Hasta ha puesto en marcha una playlist en Spotify donde poder dar y recibir recomendaciones musicales. Pues bien, entre concierto de Muse  y Bloc Party, la popular se hizo una viral foto con dos chicos que en una camiseta portaban un curioso lema que, tal vez, resuma mejor que nadie este artículo: “Andrea Levy, por ti me hago de derechas”.  Precisamente en esto consiste la derecha indie: ganar en lo personal para relativizar un mensaje ideológico cualitativo perdido de por sí en ese campo. La fuerza de la simpatía política puede subvertir las trincheras ideológicas.

Andrea Levy, la derecha indie del Partido Popular
Andrea Levy, la derecha indie del Partido Popular

– La Vida Moderna, que venga un facha y vino Andrea Levy /Li:vai/.

El programa de Broncano, Quequé y Farray en La SER resulta ser una forma de hacer radio diferente, irreverente y descojonante que se convirtió durante 2016 en un referente de la izquierda joven junto a otros clásicos como Ilustres Ignorantes (#0) o el moderno programa No te Metas en Política (Público). Y, valientemente, allí se plantó Levy delante de Ignatius gritando “fascismo del bueno”. En un plató nada cercano a sus posicionamientos logró, de nuevo con el hilo conductor de la identificación grupal por la música, superar la desconfianza ideológica y salió victoriosa. No es la derecha del Valle de los Caídos, esto es otra cosa, parece divertida y cercana.  Ir a quien no es tu público es la clave para conformar una estrategia que te permita salir de los espacios prototípicos que benefician justo al contrario.

La nueva política: más molar y menos ideología

Citando a Muse en Butterflies and Hurricanes, “change, everything you are and everything you were”. La derecha española se dispone a desplazarse hacia un nuevo campo de juego en el que poder “molar”, construyendo identificación sin ideología de por medio. Y no solo comunicativamente se está gestando este nuevo PP, las leyes Cifuentes de transexualidad y protección de la identidad sexual parecen vislumbrar esta nueva derecha que viene.
Queda por ver si la era tecnológica permitió desplazar hacia la izquierda el debate social o si, por el contrario, todo es una acertada campaña de comunicación política.

Extra: Andrea Levy aprueba este post. ?

https://twitter.com/ALevySoler/status/838795555526557697

 

por José Miguel Rojo.

Murcia (1997). Estudiante de Ciencia Política y Gestión Pública en la UM. Formador de argumentación, oratoria y debate. Secretario del Club de Debate UM. Apasionado de la comunicación política, el comportamiento electoral, las metodologías de investigación y la teoría discursiva. Compagino mis estudios con la representación estudiantil y las labores de colaboración con diversos grupos políticos municipales. Pequeño núcleo irradiador que se mueve entre el Derecho Administrativo y el populismo, viendo mucho cine y estando muy enamorado de mi tierra.